Cuadrículas hasta el último minuto

Todavía se acuerdan los funcionarios de la Consejería de Industria cómo fueron los últimos días de Luis Soria en ese departamento. Todos metidos en un frenesí, sacando concursos, apañando papeles, resolviendo compromisos. Uno de los más asiduos aquellos días era Antonio Luis Medina, el descubridor del fenómeno de las cuadrículas mineras en Canarias y ex diputado nacional del PP. Buscaba que algún buen viceconsejero tocado por la divinidad le reconociera unos acuerdos privados a los que había llegado con el empresario Félix Santiago para poder explotar una parte del subsuelo galdense. Se dieron muchas prisas en esa Consejería, pero no tantas como para publicar todas las resoluciones sobre cuadrículas mineras. Por eso nos ha llamado la atención ver este miércoles en el BOE un anuncio del Gobierno de Canarias firmado por el ex director general Celso Perdomo el 4 de noviembre de 2003 por el que se otorgan a Medina seis cuadrículas para explotar fonolita. No es que sospechemos nada raro, sólo que nos ha llamado la atención.

Todavía se acuerdan los funcionarios de la Consejería de Industria cómo fueron los últimos días de Luis Soria en ese departamento. Todos metidos en un frenesí, sacando concursos, apañando papeles, resolviendo compromisos. Uno de los más asiduos aquellos días era Antonio Luis Medina, el descubridor del fenómeno de las cuadrículas mineras en Canarias y ex diputado nacional del PP. Buscaba que algún buen viceconsejero tocado por la divinidad le reconociera unos acuerdos privados a los que había llegado con el empresario Félix Santiago para poder explotar una parte del subsuelo galdense. Se dieron muchas prisas en esa Consejería, pero no tantas como para publicar todas las resoluciones sobre cuadrículas mineras. Por eso nos ha llamado la atención ver este miércoles en el BOE un anuncio del Gobierno de Canarias firmado por el ex director general Celso Perdomo el 4 de noviembre de 2003 por el que se otorgan a Medina seis cuadrículas para explotar fonolita. No es que sospechemos nada raro, sólo que nos ha llamado la atención.