El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Cuestión de familia (I)
Ya tenemos Gobierno, lo que coloca automáticamente a todos los canarios y a todas las canarias en el umbral de la felicidad, versión Adán Martín. Y la verdad es que es para ilusionarse porque parece demostrado que formar parte del paraíso gubernamental está al alcande de todo el mundo, como si del sueño americano se tratara. Por ejemplo, un hermano del socio gubernamental puede llegar a ser consejero de Industria sin que nadie le diga a nadie que esas cosas en los lugares normales no ocurren. Hemos buceado un poco en la historia de la nacionalidad para encontrar algo similar en tiempos de la UCD, cuando los hermanos Juan y Diego Cambreleng, o los hermanos Bittini Delgado, fueron consejeros de la Junta de Canarias. Pero eran tiempos muy complejos y a ninguno de ellos los puso el otro hermano. Más reciente es el caso de Hilda Mauricio, hermana del camarada, que fue directora general hasta que ni siquiera ese vínculo evitó que Gonzalo Angulo le cortara la cabeza. Pero a ver en qué familia no hay vendettas.
Ya tenemos Gobierno, lo que coloca automáticamente a todos los canarios y a todas las canarias en el umbral de la felicidad, versión Adán Martín. Y la verdad es que es para ilusionarse porque parece demostrado que formar parte del paraíso gubernamental está al alcande de todo el mundo, como si del sueño americano se tratara. Por ejemplo, un hermano del socio gubernamental puede llegar a ser consejero de Industria sin que nadie le diga a nadie que esas cosas en los lugares normales no ocurren. Hemos buceado un poco en la historia de la nacionalidad para encontrar algo similar en tiempos de la UCD, cuando los hermanos Juan y Diego Cambreleng, o los hermanos Bittini Delgado, fueron consejeros de la Junta de Canarias. Pero eran tiempos muy complejos y a ninguno de ellos los puso el otro hermano. Más reciente es el caso de Hilda Mauricio, hermana del camarada, que fue directora general hasta que ni siquiera ese vínculo evitó que Gonzalo Angulo le cortara la cabeza. Pero a ver en qué familia no hay vendettas.