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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Dejación omisiva y contradicciones de Tavío

La intervención de Luis Villegas en el Congreso de Adeje acabó con su expulsión del PP, por decisión del Comité regional de Derechos y Garantías, de 27 de abril de 2009, por la “clara intención de difamar a la presidencia insular y desprestigiar al PP de Tenerife, en materia económica”. Sin embargo, desde Madrid se revocó esa decisión con traca para el grupo dirigente de Tavío. En su resolución del 14 de septiembre de 2009, el Comité Nacional no sólo considera que Villegas se limitó a ejercer “una crítica hacia la dirección insular del partido, que puede ser discutible en su valoración pero evidentemente de su lectura no se desprende que las afirmaciones del señor Villegas puedan ser calificadas como de infracción grave o muy grave”, sino que la responsabilidad de las cuentas opacas recaen, según Génova, en el Comité Ejecutivo presidido por Tavío. “Es evidente la dejación de dicho comité en su conducta para con dicho tesorero”, vino a decir Génova por no haber requerido Tenerife a su tesorero presentar en tiempo y forma las cuentas. Y encima, descubre las contradicciones de Tavío: denunció su Comité que el tesorero no les daba información de las perras, pero le reprochó que lo hiciera público a todo el Congreso Insular.

La intervención de Luis Villegas en el Congreso de Adeje acabó con su expulsión del PP, por decisión del Comité regional de Derechos y Garantías, de 27 de abril de 2009, por la “clara intención de difamar a la presidencia insular y desprestigiar al PP de Tenerife, en materia económica”. Sin embargo, desde Madrid se revocó esa decisión con traca para el grupo dirigente de Tavío. En su resolución del 14 de septiembre de 2009, el Comité Nacional no sólo considera que Villegas se limitó a ejercer “una crítica hacia la dirección insular del partido, que puede ser discutible en su valoración pero evidentemente de su lectura no se desprende que las afirmaciones del señor Villegas puedan ser calificadas como de infracción grave o muy grave”, sino que la responsabilidad de las cuentas opacas recaen, según Génova, en el Comité Ejecutivo presidido por Tavío. “Es evidente la dejación de dicho comité en su conducta para con dicho tesorero”, vino a decir Génova por no haber requerido Tenerife a su tesorero presentar en tiempo y forma las cuentas. Y encima, descubre las contradicciones de Tavío: denunció su Comité que el tesorero no les daba información de las perras, pero le reprochó que lo hiciera público a todo el Congreso Insular.