El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Él no está para delicadezas
El abogado de Van de Walle, Antonio Aznar, se quedó de piedra tras la respuesta de Fernando González a su pregunta de si era consciente de los daños morales y psicológicos causados a su cliente: “Yo no tengo por qué ocuparme de esos asuntos”, dijo con ese tonillo que siempre le ha caracterizado y por el que jamás ganará un premio a la deportividad. Además de la actitud del denunciado, que tiene un arte que no se puede aguantar y que fue tosca en todo momento, resultó digna de destacar la postura de su abogado, que terminó quejándose de que le faltaban hojas al expediente y acusando de todo lo que le ocurría a su patrocinado al PSOE, al fiscal y al TSJC. Faltó el toro Islero, pero todavía se le puede acusar en el recurso.
El abogado de Van de Walle, Antonio Aznar, se quedó de piedra tras la respuesta de Fernando González a su pregunta de si era consciente de los daños morales y psicológicos causados a su cliente: “Yo no tengo por qué ocuparme de esos asuntos”, dijo con ese tonillo que siempre le ha caracterizado y por el que jamás ganará un premio a la deportividad. Además de la actitud del denunciado, que tiene un arte que no se puede aguantar y que fue tosca en todo momento, resultó digna de destacar la postura de su abogado, que terminó quejándose de que le faltaban hojas al expediente y acusando de todo lo que le ocurría a su patrocinado al PSOE, al fiscal y al TSJC. Faltó el toro Islero, pero todavía se le puede acusar en el recurso.