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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

'El Día' pide el voto para el Movimiento Patriótico

Quién lo iba a decir hace unas décadas, quién iba a imaginarse a don José Rodríguez Ramírez echando fuera de modo tan traumático esa contradicción interior entre su tradición españolista, de caballero de orden, tradicionalista y conservador, frente a sus nuevos y más delirantes abscesos de independentismo irredento, rupturista y radical. Ay, si el señor del Pardo levantara la cabeza y viera en qué se están convirtiendo los antiguos baluartes de la reserva espiritual de occidente. La pastoral dominical de don Pepito no dejaba ningún resquicio a la duda este domingo 6 de febrero: el único partido político que puede resolver los problemas de Canarias es el Movimiento Patriótico. Bajo el sugerente título de “¿A qué espera el pueblo para echarse a la calle?” el gran faro de Nivaria se presenta en su doble faceta de exultante revolucionario que aplaude las revueltas populares de los países del Norte de África y de apesadumbrado analista de la crisis económica que acogota a la nación española, a la nación canaria y a los medios de comunicación isleños, incluido El Día. Todo ello, cómo no, aderezado con su desprecio de siempre hacia la isla de Gran Canaria, a cuyos habitantes invita a quedarse fuera de la futura nación canaria que él está a punto de conseguir con la ayuda de ese Movimiento Patriótico.

Quién lo iba a decir hace unas décadas, quién iba a imaginarse a don José Rodríguez Ramírez echando fuera de modo tan traumático esa contradicción interior entre su tradición españolista, de caballero de orden, tradicionalista y conservador, frente a sus nuevos y más delirantes abscesos de independentismo irredento, rupturista y radical. Ay, si el señor del Pardo levantara la cabeza y viera en qué se están convirtiendo los antiguos baluartes de la reserva espiritual de occidente. La pastoral dominical de don Pepito no dejaba ningún resquicio a la duda este domingo 6 de febrero: el único partido político que puede resolver los problemas de Canarias es el Movimiento Patriótico. Bajo el sugerente título de “¿A qué espera el pueblo para echarse a la calle?” el gran faro de Nivaria se presenta en su doble faceta de exultante revolucionario que aplaude las revueltas populares de los países del Norte de África y de apesadumbrado analista de la crisis económica que acogota a la nación española, a la nación canaria y a los medios de comunicación isleños, incluido El Día. Todo ello, cómo no, aderezado con su desprecio de siempre hacia la isla de Gran Canaria, a cuyos habitantes invita a quedarse fuera de la futura nación canaria que él está a punto de conseguir con la ayuda de ese Movimiento Patriótico.