El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Lo que dice el Registro y las buenas costumbres
Marisa Zamora se ha estrenado como elefante en cacharrería en ese nuevo cargo parlamentario. Sustituye a Mari Mar Julios, que fue enviada al Gobierno a finales de octubre para hacerse cargo de la Consejería de Empleo, y que Dios la coja confesada. Tantos años en el Parlamento no han servido a la secretaria primera de la Cámara para saber actuar con la misma dignidad institucional que este viernes ella exigía a los socialistas, que han denunciado que la Mesa del Parlamento tardó ocho días en tramitar la petición del PSOE del expediente del famoso concurso de la hemodiálisis. Porque acusar a los socialistas de “hacer política” por denunciar esta anomalía equivale precisamente a cometer el mismo pecado que se trata de afear al contrario. Más valdría dar una explicación, porque los sellos del Registro son sagrados: la petición entró el día 11 (al siguiente de publicarse las primeras noticias del escándalo) y se envió a Sanidad el día 19. Son pruebas irrefutables, como irrefutable es el clamor público de que ese expediente se ha pedido y que la consejería de Fernando Bañolas se niega a entregarlo. Ya nos enteraremos de los motivos, que posiblemente no sean estrictamente políticos.
Marisa Zamora se ha estrenado como elefante en cacharrería en ese nuevo cargo parlamentario. Sustituye a Mari Mar Julios, que fue enviada al Gobierno a finales de octubre para hacerse cargo de la Consejería de Empleo, y que Dios la coja confesada. Tantos años en el Parlamento no han servido a la secretaria primera de la Cámara para saber actuar con la misma dignidad institucional que este viernes ella exigía a los socialistas, que han denunciado que la Mesa del Parlamento tardó ocho días en tramitar la petición del PSOE del expediente del famoso concurso de la hemodiálisis. Porque acusar a los socialistas de “hacer política” por denunciar esta anomalía equivale precisamente a cometer el mismo pecado que se trata de afear al contrario. Más valdría dar una explicación, porque los sellos del Registro son sagrados: la petición entró el día 11 (al siguiente de publicarse las primeras noticias del escándalo) y se envió a Sanidad el día 19. Son pruebas irrefutables, como irrefutable es el clamor público de que ese expediente se ha pedido y que la consejería de Fernando Bañolas se niega a entregarlo. Ya nos enteraremos de los motivos, que posiblemente no sean estrictamente políticos.