Hasta el domingo (y dos piedras)

Hasta aquí hemos llegado en lo que a 2004 se refiere. Ha sido un año glorioso, se mire por donde se mire, y les recomendamos que hagan el mismo ejercicio que nosotros: olviden lo desagradable y quédense con esos momentos que por lo menos nos han hecho esbozar una sonrisa. Los que trabajamos en este periódico cerramos la oficina a eso de las ocho de la noche del viernes, 31, y la volveremos a reabrir a mediodía del día 2, contentos de haber podido entrar en un nuevo año que esperamos sea todavía mejor. Nada decimos de las rimas fáciles, allá cada rapsoda con sus pareados. Nosotros, para evitar la tentación, les deseamos un año nuevo muy feliz. Hasta el domingo (y dos piedras).

Hasta aquí hemos llegado en lo que a 2004 se refiere. Ha sido un año glorioso, se mire por donde se mire, y les recomendamos que hagan el mismo ejercicio que nosotros: olviden lo desagradable y quédense con esos momentos que por lo menos nos han hecho esbozar una sonrisa. Los que trabajamos en este periódico cerramos la oficina a eso de las ocho de la noche del viernes, 31, y la volveremos a reabrir a mediodía del día 2, contentos de haber podido entrar en un nuevo año que esperamos sea todavía mejor. Nada decimos de las rimas fáciles, allá cada rapsoda con sus pareados. Nosotros, para evitar la tentación, les deseamos un año nuevo muy feliz. Hasta el domingo (y dos piedras).