El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Don Pepito, al ataque sable en mano
Los que conocen por dentro cómo funciona el periódico El Dìa, y más concretamente la diarréica construcción diaria de sus editoriales, sitúan en primera linea de fuego a un atorrado derechoso de nombre Ricardo y de apellido Peytaví. El columnista le tiene el seso sorbido a su señor, que se empeña en atacar molinos y odres de vino sumido en la más profunda ignorancia y en la creencia -por Peytaví infundida- de que es un héroe intocable. En lugar de disuadirlo, este patético Sancho Panza lo anima, le da motivos, le llena la cabeza de imposibles combinaciones entre la independencia sin la isla de Gran Canaria y el más exacerbado nacionalismo español; entre la república independiente de Canarias y la necesidad de un levantamiento, militar, por supuesto. Pillados Don Quijote y Sancho Panza en uno de sus excesos y con la fiscalía estudiando si están instalados en la apología del golpismo, el editorialista se ha perfeccionado este fin de semana pidiendo el destierro para Paulino Rivero y haciendo una nueva llamada a la asonada militar: “Es algo que no deseamos pero tampoco descartamos porque la situación (...) ya es insostenible. Incluso no nos sorprenderíamos si el levantamiento fuese castrense, de forma que los militares impusieran, con su autoridad, la verdadera democracia”. Y para hacerse los tontitos, el editorialista y su Sancho Panza añaden: “Eso no es hacer apología del golpismo (...) sino informar y opinar”. Claro, y lo que hizo Tejero fue mandar a los diputados a buscarle una lentilla que se le había caído en el suelo. Qué dos para un sancocho.
Los que conocen por dentro cómo funciona el periódico El Dìa, y más concretamente la diarréica construcción diaria de sus editoriales, sitúan en primera linea de fuego a un atorrado derechoso de nombre Ricardo y de apellido Peytaví. El columnista le tiene el seso sorbido a su señor, que se empeña en atacar molinos y odres de vino sumido en la más profunda ignorancia y en la creencia -por Peytaví infundida- de que es un héroe intocable. En lugar de disuadirlo, este patético Sancho Panza lo anima, le da motivos, le llena la cabeza de imposibles combinaciones entre la independencia sin la isla de Gran Canaria y el más exacerbado nacionalismo español; entre la república independiente de Canarias y la necesidad de un levantamiento, militar, por supuesto. Pillados Don Quijote y Sancho Panza en uno de sus excesos y con la fiscalía estudiando si están instalados en la apología del golpismo, el editorialista se ha perfeccionado este fin de semana pidiendo el destierro para Paulino Rivero y haciendo una nueva llamada a la asonada militar: “Es algo que no deseamos pero tampoco descartamos porque la situación (...) ya es insostenible. Incluso no nos sorprenderíamos si el levantamiento fuese castrense, de forma que los militares impusieran, con su autoridad, la verdadera democracia”. Y para hacerse los tontitos, el editorialista y su Sancho Panza añaden: “Eso no es hacer apología del golpismo (...) sino informar y opinar”. Claro, y lo que hizo Tejero fue mandar a los diputados a buscarle una lentilla que se le había caído en el suelo. Qué dos para un sancocho.