El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Doxa, la empresa que hace lo que le ordenan
La sentencia es especialmente dura en los aspectos relativos a la falta de objetividad y al exceso de arbitrariedad que destila el concurso de las TDT y la aparición estelar de una empresa catalana, Doxa Consulting, contratada a dedo desde Vicepresidencia del Gobierno por Daniel Cerdán en los tiempos del anterior presidente, Adán Martín. Luego fue Cerdán quien mantuvo el encargo a Doxa cuando fue nombrado director general de Radiotelevisión Canaria, y basándose en los informes de Doxa, Willy García adjudicó los canales de TDT del modo que lo hizo, es decir, a las empresas amigas o por convertirse en amigas por aquello de que del roce nace el cariño. De Doxa se sostiene en la sentencia que hace lo que su cliente le ordena, que para eso es el que paga por el muy poco recomendable método de la adjudicación directa: ordeno, mando y hago saber que se me ha puesto en el arco del triunfo que sean estos señores los que me digan lo que les he dicho que tengo que hacer. Y al que no le guste, que se vaya a escupir a la calle. ¡Venga!
La sentencia es especialmente dura en los aspectos relativos a la falta de objetividad y al exceso de arbitrariedad que destila el concurso de las TDT y la aparición estelar de una empresa catalana, Doxa Consulting, contratada a dedo desde Vicepresidencia del Gobierno por Daniel Cerdán en los tiempos del anterior presidente, Adán Martín. Luego fue Cerdán quien mantuvo el encargo a Doxa cuando fue nombrado director general de Radiotelevisión Canaria, y basándose en los informes de Doxa, Willy García adjudicó los canales de TDT del modo que lo hizo, es decir, a las empresas amigas o por convertirse en amigas por aquello de que del roce nace el cariño. De Doxa se sostiene en la sentencia que hace lo que su cliente le ordena, que para eso es el que paga por el muy poco recomendable método de la adjudicación directa: ordeno, mando y hago saber que se me ha puesto en el arco del triunfo que sean estos señores los que me digan lo que les he dicho que tengo que hacer. Y al que no le guste, que se vaya a escupir a la calle. ¡Venga!