Uno: él estuvo allí hasta que lo echaron

Todavía resuenan en muchos rincones de Santa Cruz la estentórea voz durante la campaña electoral de 2007, cuando proclamaba a los cuatro vientos que Zerolo era un político bajo sospecha, indeseable, con el que no tenía previsto prestarse a conchabo alguno. Tardó escasos minutos en darse a los abrazos y los besos de tornillo, olvidando de un plumazo todas aquellas afirmaciones de la campaña electoral. Ahora que se marcha recupera el discurso de la sospecha, de la corrupción, de los imputados, con los que ha estado conviviendo tan ricamente estos dos años y pico. Su compañera de partido Mercedes Roldós, actual consejera de Sanidad, abandonó el PSOE a finales de los noventa alegando que se marchaba por el pestazo a corrupción (ahora debe tener averiado el olfato). A Llanos ha habido que echarlo para que redescubriera lo que él mismo ha denunciado siempre.

Todavía resuenan en muchos rincones de Santa Cruz la estentórea voz durante la campaña electoral de 2007, cuando proclamaba a los cuatro vientos que Zerolo era un político bajo sospecha, indeseable, con el que no tenía previsto prestarse a conchabo alguno. Tardó escasos minutos en darse a los abrazos y los besos de tornillo, olvidando de un plumazo todas aquellas afirmaciones de la campaña electoral. Ahora que se marcha recupera el discurso de la sospecha, de la corrupción, de los imputados, con los que ha estado conviviendo tan ricamente estos dos años y pico. Su compañera de partido Mercedes Roldós, actual consejera de Sanidad, abandonó el PSOE a finales de los noventa alegando que se marchaba por el pestazo a corrupción (ahora debe tener averiado el olfato). A Llanos ha habido que echarlo para que redescubriera lo que él mismo ha denunciado siempre.