Tenemos las fotos auténticas

Pero fuerte hombre ruin éste. Mira que lo teníamos en buena estima por considerarlo cargado de buenas intenciones, con acendrados principios y valores morales irreductibles. Pero don Pepito se nos ha mostrado un pelín tramposillo en esto de ejercer el periodismo, actividad en la que lleva metido desde que vestía pantalones cortos. Este miércoles publicó en la portada de El Día y en la edición digital una foto trucada para demostrar al mundo que él es capaz de comentar sin tapadillos que acudió a declarar a los juzgados como consecuencia de la querella que le ha interpuesto el socialista Santiago Pérez. La decisión de dar la noticia la tomó, sin embargo, al percatarse de que había un fotógrafo a las puertas del juzgado y temer -con razón- que algún periódico antipatriota y canarión, o sea, CANARIAS AHORA, pudiera dar una reseña de lo sucedido y, de ese modo, dejarlo en evidencia. Así que, tras consultarlo con sus oráculos editorialistas, un fotógrafo de la casa le hizo un posado que luego fue convenientemente montado sobre una imagen de archivo de las fachada de los juzgados santacruceros. Y nos jeringó la primicia, qué le vamos a hacer.

Pero fuerte hombre ruin éste. Mira que lo teníamos en buena estima por considerarlo cargado de buenas intenciones, con acendrados principios y valores morales irreductibles. Pero don Pepito se nos ha mostrado un pelín tramposillo en esto de ejercer el periodismo, actividad en la que lleva metido desde que vestía pantalones cortos. Este miércoles publicó en la portada de El Día y en la edición digital una foto trucada para demostrar al mundo que él es capaz de comentar sin tapadillos que acudió a declarar a los juzgados como consecuencia de la querella que le ha interpuesto el socialista Santiago Pérez. La decisión de dar la noticia la tomó, sin embargo, al percatarse de que había un fotógrafo a las puertas del juzgado y temer -con razón- que algún periódico antipatriota y canarión, o sea, CANARIAS AHORA, pudiera dar una reseña de lo sucedido y, de ese modo, dejarlo en evidencia. Así que, tras consultarlo con sus oráculos editorialistas, un fotógrafo de la casa le hizo un posado que luego fue convenientemente montado sobre una imagen de archivo de las fachada de los juzgados santacruceros. Y nos jeringó la primicia, qué le vamos a hacer.