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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Frustrada en el minuto 90

Eran, aquellos, tiempos de máxima sospecha, cuando se sostenía que el ramillete de empresarios que acudió a la llamada de salvación del club lo hacía, en realidad, para un mejor proveer a sus respectivas empresas de ellos. Y claro, ante la evidencia de un pelotazo de tal calibre, que suponía recalificar el Estadio Insular para hacer allí oficinas, comerciales y ni se sabe cuántas cosas más, lo mejor era reventarlo y buscar una solución mejor. Se encargó de parar aquello el periódico La Provincia, que el mismo sábado que jugaba la UD su último partido en Primera, concretamente contra la Real Sociedad, publicó la historia del pelotazo. Ahora vuelve a tomar cuerpo una operación similar, pero se presienten otras intenciones y se requieren mayores unanimidades y transparencias que, de existir alguna operación inmobiliaria, obligarán a que no bordeen el delito, ni siquiera la falta.

Eran, aquellos, tiempos de máxima sospecha, cuando se sostenía que el ramillete de empresarios que acudió a la llamada de salvación del club lo hacía, en realidad, para un mejor proveer a sus respectivas empresas de ellos. Y claro, ante la evidencia de un pelotazo de tal calibre, que suponía recalificar el Estadio Insular para hacer allí oficinas, comerciales y ni se sabe cuántas cosas más, lo mejor era reventarlo y buscar una solución mejor. Se encargó de parar aquello el periódico La Provincia, que el mismo sábado que jugaba la UD su último partido en Primera, concretamente contra la Real Sociedad, publicó la historia del pelotazo. Ahora vuelve a tomar cuerpo una operación similar, pero se presienten otras intenciones y se requieren mayores unanimidades y transparencias que, de existir alguna operación inmobiliaria, obligarán a que no bordeen el delito, ni siquiera la falta.