El gafe persigue a Luis Troya

La sentencia notificada este viernes a las partes condena, como decíamos, a muchas familias satauteñas a una situación patrimonial muy complicada. Confirma, además, que los gestores de Mercadona hicieron muy bien en retirar su pretensión de construir su centro al conocer los problemas urbanísticos que se cernían sobre la parcela elegida. Y confirma, además, que el concejal Luis Troya está gafado. Porque Luis Troya, uno de los principales encartados en la operación Brisan, de la que una llamada telefónica muy oportuna ha librado de momento al alcalde Bravo de Laguna, se convierte ahora en uno de los perjudicados. Efectivamente, su chalet en El Palmeral (sector 2) queda fuera de ordenación, es ilegal. Revisando ahora la licencia que le fue concedida en julio de 2010 hemos confirmado que en Santa Brígida existía la diligencia administrativa. Pero hasta un punto ejemplar. A Luis Troya le conceden la licencia para su chalet en la Junta de Gobierno del 28 de julio de 2010, que adopta ese acuerdo en el apartado de “asuntos de urgencia”. Una urgencia justificada por el hecho insólito de que la arquitecta municipal informó favorablemente el 20 de julio, y tan solo dos días después hizo lo propio el técnico de la Administración General. Comparando esa diligencia (ocho días) con otros casos, solo hemos encontrado algo similar con la licencia de Mercadona, que ya les hemos dicho en qué lugar acabó. Por cierto, que el señor Troya se cascó un chalet en zona privilegiada (ahora ilegal) de 259 metros cuadrados con un presupuesto declarado al Ayuntamiento de 209.123,28 euros. Caramba.

La sentencia notificada este viernes a las partes condena, como decíamos, a muchas familias satauteñas a una situación patrimonial muy complicada. Confirma, además, que los gestores de Mercadona hicieron muy bien en retirar su pretensión de construir su centro al conocer los problemas urbanísticos que se cernían sobre la parcela elegida. Y confirma, además, que el concejal Luis Troya está gafado. Porque Luis Troya, uno de los principales encartados en la operación Brisan, de la que una llamada telefónica muy oportuna ha librado de momento al alcalde Bravo de Laguna, se convierte ahora en uno de los perjudicados. Efectivamente, su chalet en El Palmeral (sector 2) queda fuera de ordenación, es ilegal. Revisando ahora la licencia que le fue concedida en julio de 2010 hemos confirmado que en Santa Brígida existía la diligencia administrativa. Pero hasta un punto ejemplar. A Luis Troya le conceden la licencia para su chalet en la Junta de Gobierno del 28 de julio de 2010, que adopta ese acuerdo en el apartado de “asuntos de urgencia”. Una urgencia justificada por el hecho insólito de que la arquitecta municipal informó favorablemente el 20 de julio, y tan solo dos días después hizo lo propio el técnico de la Administración General. Comparando esa diligencia (ocho días) con otros casos, solo hemos encontrado algo similar con la licencia de Mercadona, que ya les hemos dicho en qué lugar acabó. Por cierto, que el señor Troya se cascó un chalet en zona privilegiada (ahora ilegal) de 259 metros cuadrados con un presupuesto declarado al Ayuntamiento de 209.123,28 euros. Caramba.