Gánate la lotería (o no te la ganes)

El asunto es delicado, no lo ponemos en duda. Meter a la familia en las trifulcas entre políticos y periodistas, con magistrados y fiscales instruyendo de por medio, solo puede dar resultados indeseables. Por no decir que catastróficos. Pero como les hemos demostrado que nos ocurre con Soria, no somos los periodistas los que metemos en berenjenales a los familiares de los políticos, sino que son los políticos los que meten a sus familiares en los berenjenales de los que nos acabamos enterando los periodistas. Es lo que ha hecho este lunes nuestro compañero Noé Ramón, que ha dado con unas páginas del sumario de Las Teresitas que dejan in puris naturalibus al ex alcalde de Santa Cruz de Tenerife y hoy excelentísimo senador del Reino de España en representación (dios nos libre y guarde) de la Comunidad Autónoma de Canarias. Las páginas en cuestión reflejan que la teoría de que Miguel Zerolo se ganó la lotería gracias a la mano inocente de su señor padre, teórico comprador de décimos premiados, no se sostiene lo más mínimo. O al menos no resulta creíble para la Policía, a la que la jueza instructora y la fiscal anticorrupción hicieron un caso que podríamos calificar de fijo discontínuo. Porque, queridísimos lectores, si el padre de Miguel Zerolo niega haber comprado décimos super agraciados que, en teoría, justificarían el enriquecimiento del ex alcalde de Santa Cruz de Tenerife, tenemos el legítimo derecho de opinar que la morrocotuda fortuna nunca le sonrió y que, avalando las muy extendidas sospechas, alguien se dedicó a comprar décimos premiados para blanquear fortunas de dudosa procedencia.

El asunto es delicado, no lo ponemos en duda. Meter a la familia en las trifulcas entre políticos y periodistas, con magistrados y fiscales instruyendo de por medio, solo puede dar resultados indeseables. Por no decir que catastróficos. Pero como les hemos demostrado que nos ocurre con Soria, no somos los periodistas los que metemos en berenjenales a los familiares de los políticos, sino que son los políticos los que meten a sus familiares en los berenjenales de los que nos acabamos enterando los periodistas. Es lo que ha hecho este lunes nuestro compañero Noé Ramón, que ha dado con unas páginas del sumario de Las Teresitas que dejan in puris naturalibus al ex alcalde de Santa Cruz de Tenerife y hoy excelentísimo senador del Reino de España en representación (dios nos libre y guarde) de la Comunidad Autónoma de Canarias. Las páginas en cuestión reflejan que la teoría de que Miguel Zerolo se ganó la lotería gracias a la mano inocente de su señor padre, teórico comprador de décimos premiados, no se sostiene lo más mínimo. O al menos no resulta creíble para la Policía, a la que la jueza instructora y la fiscal anticorrupción hicieron un caso que podríamos calificar de fijo discontínuo. Porque, queridísimos lectores, si el padre de Miguel Zerolo niega haber comprado décimos super agraciados que, en teoría, justificarían el enriquecimiento del ex alcalde de Santa Cruz de Tenerife, tenemos el legítimo derecho de opinar que la morrocotuda fortuna nunca le sonrió y que, avalando las muy extendidas sospechas, alguien se dedicó a comprar décimos premiados para blanquear fortunas de dudosa procedencia.