El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
García Ramos: acabar con el Supremo
Pero a grandes males, grandes remedios. Ya saben que ATI ha activado a todas sus terminales mediáticas, que esto no se puede quedar así. De este modo, ya desde primeras horas de la mañana de este martes berreaban unos cuantos tertulianos en una babosa emisora local entregada, como siempre, al mejor postor. Y dispuesto siempre a echar un cabito a quien le dio el Premio Canarias, ahí estaba el inigualable Juan Manuel García Ramos proponiendo la solución: para que el nacionalismo canario (supuesto) sea respetado hay que eliminar la posibilidad de acudir al Supremo. Es decir, que todo quede en casa y que sea el TSJC la última instancia, como debería decir el nuevo Estatuto y con permiso de don José, faltaría más. Este García Ramos, por cierto, es el mismo que denunció en su día los negocios turbios de toda la camarilla de ATI, dando los nombres de la red de empresas de José Miguel González, José Carlos Francisco e incluso de Adán Martín. Hoy está en el pesebre de ATI, ¡qué le vamos a hacer!
Pero a grandes males, grandes remedios. Ya saben que ATI ha activado a todas sus terminales mediáticas, que esto no se puede quedar así. De este modo, ya desde primeras horas de la mañana de este martes berreaban unos cuantos tertulianos en una babosa emisora local entregada, como siempre, al mejor postor. Y dispuesto siempre a echar un cabito a quien le dio el Premio Canarias, ahí estaba el inigualable Juan Manuel García Ramos proponiendo la solución: para que el nacionalismo canario (supuesto) sea respetado hay que eliminar la posibilidad de acudir al Supremo. Es decir, que todo quede en casa y que sea el TSJC la última instancia, como debería decir el nuevo Estatuto y con permiso de don José, faltaría más. Este García Ramos, por cierto, es el mismo que denunció en su día los negocios turbios de toda la camarilla de ATI, dando los nombres de la red de empresas de José Miguel González, José Carlos Francisco e incluso de Adán Martín. Hoy está en el pesebre de ATI, ¡qué le vamos a hacer!