El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
''Si tu hermano peca...''
Insistimos, no faltó casi nadie a la toma de posesión de Paulino Rivero, con especial presencia de autoridades civiles, militares y eclesiásticas y mucho meritorio. El reelegido presidente prometió su cargo en una ceremonia breve a la que asistió el vicepresidente segundo del Gobierno de España, Manuel Chaves, y ante unos lustrosos ejemplares de la Constitución Española y la Biblia y un más doméstico y manoseado Estatuto de Autonomía de Canarias. Los servicios de protocolo abrieron las Sagradas Escrituras por la correspondiente al Domingo XXIII del tiempo ordinario, un pasaje de San Mateo que empieza con unas prometedoras palabras: “En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos”. No seguimos leyendo porque podrían abalanzarse sobre nuestra imaginación episodios memorables recientemente vividos entre Paulino Rivero y su hermano de esfuerzos y zozobras José Manuel Soria, apartado voluntariamente de la derecha del padre por irse un poco más a la derecha del padre, a ver si nos entendemos. Y claro que el hermano ha pecado, claro que se ha querido llevar la oveja, la cabra y el buey; claro que ha ofendido gravemente al padre, al hijo y al Espíritu Santo, y claro que está en su perfecto derecho de huir del huerto y del establo en busca de la tierra prometida. Y hasta puede que vuelva algún día, dilapidada la fortuna, como el hijo pródigo, lo que necesariamente no habría de interpretarse en el sentido más estricto y complaciente de las Sagradas Escrituras ante las que Paulino prometió. Vamos, que si le hacen una peineta no es pecado.
Insistimos, no faltó casi nadie a la toma de posesión de Paulino Rivero, con especial presencia de autoridades civiles, militares y eclesiásticas y mucho meritorio. El reelegido presidente prometió su cargo en una ceremonia breve a la que asistió el vicepresidente segundo del Gobierno de España, Manuel Chaves, y ante unos lustrosos ejemplares de la Constitución Española y la Biblia y un más doméstico y manoseado Estatuto de Autonomía de Canarias. Los servicios de protocolo abrieron las Sagradas Escrituras por la correspondiente al Domingo XXIII del tiempo ordinario, un pasaje de San Mateo que empieza con unas prometedoras palabras: “En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos”. No seguimos leyendo porque podrían abalanzarse sobre nuestra imaginación episodios memorables recientemente vividos entre Paulino Rivero y su hermano de esfuerzos y zozobras José Manuel Soria, apartado voluntariamente de la derecha del padre por irse un poco más a la derecha del padre, a ver si nos entendemos. Y claro que el hermano ha pecado, claro que se ha querido llevar la oveja, la cabra y el buey; claro que ha ofendido gravemente al padre, al hijo y al Espíritu Santo, y claro que está en su perfecto derecho de huir del huerto y del establo en busca de la tierra prometida. Y hasta puede que vuelva algún día, dilapidada la fortuna, como el hijo pródigo, lo que necesariamente no habría de interpretarse en el sentido más estricto y complaciente de las Sagradas Escrituras ante las que Paulino prometió. Vamos, que si le hacen una peineta no es pecado.