El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
No había instruido nada en su vida
Ni que decir tiene que la magistrada Bellini no había instruido una causa penal en su vida. No estaba obligada a ello. Se dedicaba a pleitos civiles y de repente se vio togada y, casi sin solución de continuidad, instruyendo una causa muy complicada, con muchísimos intereses económicos, bancarios, políticos y empresariales en juego: el caso Las Teresitas. Los que han seguido de cerca el proceso aseguran que Bellini se empleó a fondo, se lo tomó como un reto personal. Junto a la fiscal anticorrupción para Santa Cruz de Tenerife, María Farnés Martínez, se propuso desenmarañar una trama corrupta que hacía que se tambalearan poderes oligárquicos hasta entonces intocables en Tenerife. Y tocó puntos tan delicados que hasta su propio mentor, José Manuel Soria, terminó por descalificar la instrucción con un término muy elocuente: “incompetente”.
Ni que decir tiene que la magistrada Bellini no había instruido una causa penal en su vida. No estaba obligada a ello. Se dedicaba a pleitos civiles y de repente se vio togada y, casi sin solución de continuidad, instruyendo una causa muy complicada, con muchísimos intereses económicos, bancarios, políticos y empresariales en juego: el caso Las Teresitas. Los que han seguido de cerca el proceso aseguran que Bellini se empleó a fondo, se lo tomó como un reto personal. Junto a la fiscal anticorrupción para Santa Cruz de Tenerife, María Farnés Martínez, se propuso desenmarañar una trama corrupta que hacía que se tambalearan poderes oligárquicos hasta entonces intocables en Tenerife. Y tocó puntos tan delicados que hasta su propio mentor, José Manuel Soria, terminó por descalificar la instrucción con un término muy elocuente: “incompetente”.