El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Joven y sin estribos
Enrique Lázaro, presidente de Nuevas Generaciones de Telde, está llamado a ser destacado dirigente nacional del PP, y no sólo por parentescos sobrevenidos, sino porque está destacando por esas cualidades que tanto se valoran en ese partido. Le gusta el insulto, especialmente anónimo, y ahí lo trincamos nosotros mandando correos amenazantes desde una empresa pública de Agricultura, donde estuvo enchufado por el PP como asesor experto en matar moscas con el tubito del bolígrafo y una bolita de papel ensalivada. Como tertuliano radiofónico tampoco tiene desperdicio. Este viernes estuvo en Roscas y Cotufas, de la radio autonómica, tratando de imponer con malos modales los criterios que a él le imponen. Y, cuando se vio acorralado por los argumentos de los demás tertulianos, se abrazó a la teoría de que en esa emisora no lo dejan hablar libremente, angelito de Dios, y que una denuncia de un policía demuestra que el PSOE, los jueces, los fiscales y los periodistas desafectos utilizan a su antojo y libre albedrío los instrumentos del Estado. Lo único que está probado hasta el momento es que el señor Lázaro ha utilizado instrumentos públicos para mandar correos electrónicos amenazantes e insultantes. Ya le tenemos cogida la matrícula porque estamos seguros de que repetirá la gracia allí donde pueda y le dejen.
Enrique Lázaro, presidente de Nuevas Generaciones de Telde, está llamado a ser destacado dirigente nacional del PP, y no sólo por parentescos sobrevenidos, sino porque está destacando por esas cualidades que tanto se valoran en ese partido. Le gusta el insulto, especialmente anónimo, y ahí lo trincamos nosotros mandando correos amenazantes desde una empresa pública de Agricultura, donde estuvo enchufado por el PP como asesor experto en matar moscas con el tubito del bolígrafo y una bolita de papel ensalivada. Como tertuliano radiofónico tampoco tiene desperdicio. Este viernes estuvo en Roscas y Cotufas, de la radio autonómica, tratando de imponer con malos modales los criterios que a él le imponen. Y, cuando se vio acorralado por los argumentos de los demás tertulianos, se abrazó a la teoría de que en esa emisora no lo dejan hablar libremente, angelito de Dios, y que una denuncia de un policía demuestra que el PSOE, los jueces, los fiscales y los periodistas desafectos utilizan a su antojo y libre albedrío los instrumentos del Estado. Lo único que está probado hasta el momento es que el señor Lázaro ha utilizado instrumentos públicos para mandar correos electrónicos amenazantes e insultantes. Ya le tenemos cogida la matrícula porque estamos seguros de que repetirá la gracia allí donde pueda y le dejen.