El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Larry ansía un bronceado
Compite en extravagancia el portavoz del PP canario, Luis Larrry Álvarez, con las mismísimas pastorales dominicales de su señorito y con los editoriales de El Día. Demasiado para un domingo de primavera, ventoso, pero de primavera. Se aburría en su casa el vicepresidente último del Cabildo y sacó de su modorra a los muchachos de la prensa para meterse con el ministro de Justicia a cuenta del famoso istmo. Hasta cuatro veces en sus declaraciones repite Larry que López Aguilar viene a Canarias a darse un bronceado, lo que nos hace pensar que el hombre está jeringado por algo y que lo más que le repatea es el color de la tez del justiciero ministro. Por cierto, a él y al Consejo de Estado se dedicó esta especie de cotorra a enmendar la plana jurídica respecto a las últimas decisiones, comparándolas con la negativa de los tribunales de aquí a denegar unas suspensiones cautelares que, como su propio nombre indica, no tratan del fondo de las cosas. Pero él es así, de puro blanco revenío.
Compite en extravagancia el portavoz del PP canario, Luis Larrry Álvarez, con las mismísimas pastorales dominicales de su señorito y con los editoriales de El Día. Demasiado para un domingo de primavera, ventoso, pero de primavera. Se aburría en su casa el vicepresidente último del Cabildo y sacó de su modorra a los muchachos de la prensa para meterse con el ministro de Justicia a cuenta del famoso istmo. Hasta cuatro veces en sus declaraciones repite Larry que López Aguilar viene a Canarias a darse un bronceado, lo que nos hace pensar que el hombre está jeringado por algo y que lo más que le repatea es el color de la tez del justiciero ministro. Por cierto, a él y al Consejo de Estado se dedicó esta especie de cotorra a enmendar la plana jurídica respecto a las últimas decisiones, comparándolas con la negativa de los tribunales de aquí a denegar unas suspensiones cautelares que, como su propio nombre indica, no tratan del fondo de las cosas. Pero él es así, de puro blanco revenío.