Más madera, que es la infamia

La verdad es que desconocemos si la denuncia que pasamos a comentarles tiene relación con los sucesivos anuncios que han ido lanzado desde el PP (empezó el viernes el mismísimo Manuel Fernández) de que habría novedades y más implicados en el gran contubernio contra el PP y las personas más decentes que conforman la fauna y flora de Canarias. El caso es que ha tenido entrada en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias una estrafalaria denuncia firmada por el abogado Juan Sánchez Limiñana contra el juez instructor de la operación Faycán, Javier García García-Sotoca, al que acusa nada menos que de falsedad documental, al parecer en relación con el contenido en el auto de apertura de juicio oral por el que irán al banquillo casi cuarenta personas. Vaya por delante que el letrado Sánchez Limiñana está en su derecho de denunciar a quien considere oportuno, incluso de pedir para sus dos clientes en Faycán (Fran Sánchez y Esteban Cabrera) la apertura de beatificación vaticana, pero los que han leído la denuncia la califican directamente de disparatada.

La verdad es que desconocemos si la denuncia que pasamos a comentarles tiene relación con los sucesivos anuncios que han ido lanzado desde el PP (empezó el viernes el mismísimo Manuel Fernández) de que habría novedades y más implicados en el gran contubernio contra el PP y las personas más decentes que conforman la fauna y flora de Canarias. El caso es que ha tenido entrada en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias una estrafalaria denuncia firmada por el abogado Juan Sánchez Limiñana contra el juez instructor de la operación Faycán, Javier García García-Sotoca, al que acusa nada menos que de falsedad documental, al parecer en relación con el contenido en el auto de apertura de juicio oral por el que irán al banquillo casi cuarenta personas. Vaya por delante que el letrado Sánchez Limiñana está en su derecho de denunciar a quien considere oportuno, incluso de pedir para sus dos clientes en Faycán (Fran Sánchez y Esteban Cabrera) la apertura de beatificación vaticana, pero los que han leído la denuncia la califican directamente de disparatada.