Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Maldito Carlos Espino, el denunciante

Cuando estalló la operación Unión, con un desembarco sin precedentes de agentes de la Guardia Civil en Lanzarote, algunos medios informativos se lanzaron a implicar a personajes del PSOE en la trama. Consideraron, con esa alegría tan característica del gremio, que el hecho de que Carlos Espino acudiera a declarar a los juzgados era síntoma evidente de que los socialistas también estaban pringados. Espino guardó entonces un prudente silencio por encontrarse la investigación bajo secreto sumarial. Ahora se confirma lo que era evidente: este dirigente socialista no sólo no está implicado en la trama sino que ha sido una pieza clave para coger a toda esta pandilla de desalmados con los pantalones en los tobillos. Espino, que está pagando caro su atrevimiento (a su partido lo han desalojado del Cabildo y a él tratan de asesinarlo civilmente), no sólo es el denunciante de varios casos de corrupción, sino que colaboró activamente con el juez Pamparacuatro y con la Guardia Civil para desarticular esta banda de mafiosos que campaba a sus anchas (y ahora pretender volver a hacerlo) en las principales instituciones de Lanzarote.

Cuando estalló la operación Unión, con un desembarco sin precedentes de agentes de la Guardia Civil en Lanzarote, algunos medios informativos se lanzaron a implicar a personajes del PSOE en la trama. Consideraron, con esa alegría tan característica del gremio, que el hecho de que Carlos Espino acudiera a declarar a los juzgados era síntoma evidente de que los socialistas también estaban pringados. Espino guardó entonces un prudente silencio por encontrarse la investigación bajo secreto sumarial. Ahora se confirma lo que era evidente: este dirigente socialista no sólo no está implicado en la trama sino que ha sido una pieza clave para coger a toda esta pandilla de desalmados con los pantalones en los tobillos. Espino, que está pagando caro su atrevimiento (a su partido lo han desalojado del Cabildo y a él tratan de asesinarlo civilmente), no sólo es el denunciante de varios casos de corrupción, sino que colaboró activamente con el juez Pamparacuatro y con la Guardia Civil para desarticular esta banda de mafiosos que campaba a sus anchas (y ahora pretender volver a hacerlo) en las principales instituciones de Lanzarote.