El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Mentiras arriesgadas (del de siempre)
Demasiadas mentiras en una semana como para que lo dejemos irse de rositas. José Manuel Soria ha hecho horas extras estos últimos días en Canarias ?desde el programa El Envite hasta la multi-entrevista publicada este domingo por Canarias7- lo que, como es natural, arroja un saco de trolas marca de la casa que ridiculizan al que las profiere y profundizan un poco más en la brecha que el ministro de Industria, Energía y Turismo abre con Canarias y con la honradez. Por empezar cronológicamente, hay que recordarle al señor ministro que el recurso que el Tribunal Constitucional ha desestimado a Canarias contra los Presupuestos Generales del Estado no lo presentó Javier González Ortiz, sino él mismo en marzo de 2008 cuando era ?qué tiempos aquellos- socio y compadre de Paulino Rivero, y en consecuencia, consejero de Economía y Hacienda. Es saludable recordar, ya puestos, que el recurso se formuló porque el Gobierno de Rodríguez Zapatero incumplía las prescripciones del REF que mandatan que Canarias reciba al menos el promedio nacional de inversiones, que en aquellos momentos era del triple del que ahora recibe de parte del Gobierno de Mariano Rajoy, en el que sienta sus reales el presidente del PP canario. Metido en harinas de financiación, el señor Soria sigue insistiendo en esa postura chula ?y bastante goda, dicho sea de paso- de recriminar a Paulino Rivero sus exigencias económicas al Gobierno de España “cuando el Estado paga sus facturas”. Nueva mentira ?adornada con la fantasmada de rigor- del ministro canario, porque lo que ha hecho el Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómica es prestar ese dinero a muchas autonomías españolas para poder imponer una serie de condiciones financieras con el muy loable objetivo de tenerlas cogidas por lo que vienen siendo los bemoles. En algunos casos, como el de Canarias, el fondo ha estado por debajo de la capacidad de financiación de las autonomías, y ha cortocircuitado las posibles líneas de financiación bancarias complementarias. El Estado no ha regalado un euro a Canarias para pagar sus facturas, lo ha prestado en el formato tradicional en que pueden endeudarse las instituciones para mantener vivo su funcionamiento.
Demasiadas mentiras en una semana como para que lo dejemos irse de rositas. José Manuel Soria ha hecho horas extras estos últimos días en Canarias ?desde el programa El Envite hasta la multi-entrevista publicada este domingo por Canarias7- lo que, como es natural, arroja un saco de trolas marca de la casa que ridiculizan al que las profiere y profundizan un poco más en la brecha que el ministro de Industria, Energía y Turismo abre con Canarias y con la honradez. Por empezar cronológicamente, hay que recordarle al señor ministro que el recurso que el Tribunal Constitucional ha desestimado a Canarias contra los Presupuestos Generales del Estado no lo presentó Javier González Ortiz, sino él mismo en marzo de 2008 cuando era ?qué tiempos aquellos- socio y compadre de Paulino Rivero, y en consecuencia, consejero de Economía y Hacienda. Es saludable recordar, ya puestos, que el recurso se formuló porque el Gobierno de Rodríguez Zapatero incumplía las prescripciones del REF que mandatan que Canarias reciba al menos el promedio nacional de inversiones, que en aquellos momentos era del triple del que ahora recibe de parte del Gobierno de Mariano Rajoy, en el que sienta sus reales el presidente del PP canario. Metido en harinas de financiación, el señor Soria sigue insistiendo en esa postura chula ?y bastante goda, dicho sea de paso- de recriminar a Paulino Rivero sus exigencias económicas al Gobierno de España “cuando el Estado paga sus facturas”. Nueva mentira ?adornada con la fantasmada de rigor- del ministro canario, porque lo que ha hecho el Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómica es prestar ese dinero a muchas autonomías españolas para poder imponer una serie de condiciones financieras con el muy loable objetivo de tenerlas cogidas por lo que vienen siendo los bemoles. En algunos casos, como el de Canarias, el fondo ha estado por debajo de la capacidad de financiación de las autonomías, y ha cortocircuitado las posibles líneas de financiación bancarias complementarias. El Estado no ha regalado un euro a Canarias para pagar sus facturas, lo ha prestado en el formato tradicional en que pueden endeudarse las instituciones para mantener vivo su funcionamiento.