El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Mirando a cámara
Un debate para olvidar, si no fuera porque se puede extraer como conclusión principal que nuestros parlamentarios, en general, no están a la altura de las circunstancias. Que José Miguel Barragán pueda hablar en nombre de un nutrido grupo de diputados, entre los que seguro que hay personas más documentadas, produce desmoralización y tristeza. Y que nuestro presidente acabara su última intervención desde el estrado dirigiéndose a cámara, la que le dijeron que le iba a estar enfocando, al más puro estilo del norteamericano Edward R. Murrow, el periodista del “buenas noches y buena suerte”, confirmó los peores presagios, los mismos que quiso disipar sin éxito el primer día: realmente estábamos en un plató del más cutre reality show que el peor guionista pueda imaginar jamás.
Un debate para olvidar, si no fuera porque se puede extraer como conclusión principal que nuestros parlamentarios, en general, no están a la altura de las circunstancias. Que José Miguel Barragán pueda hablar en nombre de un nutrido grupo de diputados, entre los que seguro que hay personas más documentadas, produce desmoralización y tristeza. Y que nuestro presidente acabara su última intervención desde el estrado dirigiéndose a cámara, la que le dijeron que le iba a estar enfocando, al más puro estilo del norteamericano Edward R. Murrow, el periodista del “buenas noches y buena suerte”, confirmó los peores presagios, los mismos que quiso disipar sin éxito el primer día: realmente estábamos en un plató del más cutre reality show que el peor guionista pueda imaginar jamás.