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Mónica, sólo dos meses 'pinchada'

Siempre intuímos que la participación de Mónica Quintana en la trama eólica era de pura comparsa, lo que no significa que estemos metiéndonos a jueces o policías ni adelantando acontecimientos. Lo intuíamos porque por referencias directas o indirectas todo nos llevaba a pensar que había actuado por la fe ciega que tiene en su pareja, Celso Perdomo. Cosas del amor que resultaron muy criticadas por nuestros lectores, que lo más fino que dijeron de nosotros fue “ñoños”. Pero resulta que a la vista de las actuaciones judiciales se confirma que Mónica actuó por instrucciones concretas y que no aportaba a la investigación nada determinante. Tanto es así que su teléfono sólo estuvo pinchado entre el 16 de mayo y el 14 de julio de 2005. En un escrito policial se le pide al juez que no prorrogue la intervención de su número, que para lo que tenían que oír de ella preferían utilizar el teléfono de Celso. Pues eso, que a la espera de las resoluciones judiciales, con Mónica al menos nos equivocamos en muy poquito.

Siempre intuímos que la participación de Mónica Quintana en la trama eólica era de pura comparsa, lo que no significa que estemos metiéndonos a jueces o policías ni adelantando acontecimientos. Lo intuíamos porque por referencias directas o indirectas todo nos llevaba a pensar que había actuado por la fe ciega que tiene en su pareja, Celso Perdomo. Cosas del amor que resultaron muy criticadas por nuestros lectores, que lo más fino que dijeron de nosotros fue “ñoños”. Pero resulta que a la vista de las actuaciones judiciales se confirma que Mónica actuó por instrucciones concretas y que no aportaba a la investigación nada determinante. Tanto es así que su teléfono sólo estuvo pinchado entre el 16 de mayo y el 14 de julio de 2005. En un escrito policial se le pide al juez que no prorrogue la intervención de su número, que para lo que tenían que oír de ella preferían utilizar el teléfono de Celso. Pues eso, que a la espera de las resoluciones judiciales, con Mónica al menos nos equivocamos en muy poquito.