El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
1.280 niños frente a Cardona
“Querido alcalde de Las Palmas de Gran Canaria: usted no sabe de quiénes está hablando”. Así debería empezar una carta imaginaria firmada por los 1.208 escolares de la ciudad dirigida a Juan José Cardona tras enterarse de que el Ayuntamiento se niega a poner su parte para que 27 colegios del municipio puedan abrir sus puertas en verano para prestar una actividad de inmersión lingüística y abrir sus comedores. 1.208 niños con necesidades severas, muchos de los cuales probablemente sólo puedan acceder a una comida en condiciones si se la facilita su escuela, como ocurre durante el curso, y que dejarán de comer con fundamento en verano si el grupo de gobierno del PP en la capital grancanaria se empeña en hacer política carroñera con algo tan delicado. El PP, efectivamente, ha encajado de la peor manera posible la decisión de la Consejería de Educación, en manos del PSOE, de abrir los comedores escolares en verano en casi todos los municipios para atender una emergencia social de primer grado y, de paso, ofrecer una formación complementaria en idiomas que tampoco viene nada mal. A los ayuntamientos solo se les pide que pongan el transporte escolar y los gastos derivados de la apertura de los centros, es decir, el guardián, el ujier o lo que fuera. A esa exigencia, mínima por otra parte, se ha agarrado el PP y algunos otros alcaldes irresponsables y descerebrados para tratar de chafar una acción política de mucho recorrido al Gobierno de CC-PSOE. El caso de Cardona es el más sangrante porque es en Las Palmas de Gran Canaria donde se concentra el mayor número de escolares con necesidades alimentarias improrrogables, por lo que debía ser el Ayuntamiento más interesado en colaborar para que la experiencia sea un éxito y, a ser posible, se repita cada vez que se pueda. A Cardona se le han unido otros alcaldes del PP en Gran Canaria: el de Santa Brígida, Lucas Bravo de Laguna; el de Mogán, Francisco González, Paquirrín, y el de Moya, Poli Suárez, siguiendo las consignas de partido de dejar a los chiquillos tirados con tal de joderle el invento a Paulino Rivero. Porque es el verbo joder el preferido del partido, como ha quedado acreditado.
“Querido alcalde de Las Palmas de Gran Canaria: usted no sabe de quiénes está hablando”. Así debería empezar una carta imaginaria firmada por los 1.208 escolares de la ciudad dirigida a Juan José Cardona tras enterarse de que el Ayuntamiento se niega a poner su parte para que 27 colegios del municipio puedan abrir sus puertas en verano para prestar una actividad de inmersión lingüística y abrir sus comedores. 1.208 niños con necesidades severas, muchos de los cuales probablemente sólo puedan acceder a una comida en condiciones si se la facilita su escuela, como ocurre durante el curso, y que dejarán de comer con fundamento en verano si el grupo de gobierno del PP en la capital grancanaria se empeña en hacer política carroñera con algo tan delicado. El PP, efectivamente, ha encajado de la peor manera posible la decisión de la Consejería de Educación, en manos del PSOE, de abrir los comedores escolares en verano en casi todos los municipios para atender una emergencia social de primer grado y, de paso, ofrecer una formación complementaria en idiomas que tampoco viene nada mal. A los ayuntamientos solo se les pide que pongan el transporte escolar y los gastos derivados de la apertura de los centros, es decir, el guardián, el ujier o lo que fuera. A esa exigencia, mínima por otra parte, se ha agarrado el PP y algunos otros alcaldes irresponsables y descerebrados para tratar de chafar una acción política de mucho recorrido al Gobierno de CC-PSOE. El caso de Cardona es el más sangrante porque es en Las Palmas de Gran Canaria donde se concentra el mayor número de escolares con necesidades alimentarias improrrogables, por lo que debía ser el Ayuntamiento más interesado en colaborar para que la experiencia sea un éxito y, a ser posible, se repita cada vez que se pueda. A Cardona se le han unido otros alcaldes del PP en Gran Canaria: el de Santa Brígida, Lucas Bravo de Laguna; el de Mogán, Francisco González, Paquirrín, y el de Moya, Poli Suárez, siguiendo las consignas de partido de dejar a los chiquillos tirados con tal de joderle el invento a Paulino Rivero. Porque es el verbo joder el preferido del partido, como ha quedado acreditado.