El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
NYPD no deja a JFLA dirigir el PSC
López Aguilar es noticia allá a donde va. Y si no es noticia, siempre habrá algún periódico que lo convierta en personaje relevante. Según ha publicado el periódico de Federico Jiménez Losandos, Libertad Digital, el secretario general de los socialistas canarios fue “abroncado” por la Policía de Nueva York al llegar al aeropuerto JFK por encender su móvil dentro de la terminal y utilizarlo, posiblemente para dirigir su partido vía telefónica, como ya es mundialmente sabido. El periódico de Losantos llegó a asegurar que el dirigente socialista canario había sido retenido y conducido a dependencias policiales, extremo que ha sido desmentido rotundamente y que sólo sostiene el referido diario liberalote. Pero lo que evidentemente no es más que un incidente (se le llamó la atención y apagó su teléfono) se ha convertido en noticia de gran calibre, lo que probablemente servirá a Carmen Guerra y a los más avezados columnistas de la rectitud pública para reclamar su dimisión y sus disculpas sentidas y sinceras a los ciudadanos de Nueva York.
López Aguilar es noticia allá a donde va. Y si no es noticia, siempre habrá algún periódico que lo convierta en personaje relevante. Según ha publicado el periódico de Federico Jiménez Losandos, Libertad Digital, el secretario general de los socialistas canarios fue “abroncado” por la Policía de Nueva York al llegar al aeropuerto JFK por encender su móvil dentro de la terminal y utilizarlo, posiblemente para dirigir su partido vía telefónica, como ya es mundialmente sabido. El periódico de Losantos llegó a asegurar que el dirigente socialista canario había sido retenido y conducido a dependencias policiales, extremo que ha sido desmentido rotundamente y que sólo sostiene el referido diario liberalote. Pero lo que evidentemente no es más que un incidente (se le llamó la atención y apagó su teléfono) se ha convertido en noticia de gran calibre, lo que probablemente servirá a Carmen Guerra y a los más avezados columnistas de la rectitud pública para reclamar su dimisión y sus disculpas sentidas y sinceras a los ciudadanos de Nueva York.