Unas oficinitas en la AP

Canary Top es la ingeniería a la que le está tocando en suerte el desarrollo de muchas asistencias técnicas de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, como en su día le tocó a Támara, hasta que Fomento se llevó por delante a Chema Hernández tras asesorar a Lopesan contra el Puerto. Bueno, ahora le toca a Top y luego a la mercantil que la sustituya, como si el personal se chupara el dedo un día sí y el otro también. No conformes con este descaro, la Autoridad Portuaria (o lo que queda de autoridad en esos lares) le ha otorgado una graciosa concesión temporal para que ocupe sesenta metros cuadrados de oficinas de las nuevas que se hicieron al lado de los archivos del organismo, concretamente toda la planta alta, a estrenar. Y como están solos, pues la usan completa, es decir, sus 280 metros cuadrados limpios de polvo y paja, con sus correspondientes enganches de agua y luz religiosamente pagados por el organismo portuario. Ya sabemos que dirán que como hacen tantas asistencias técnicas, hay que tenerlos a mano. Vale, Chema; vale, José Manuel, tómense algo, que invita Puertos del Estado.

Canary Top es la ingeniería a la que le está tocando en suerte el desarrollo de muchas asistencias técnicas de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, como en su día le tocó a Támara, hasta que Fomento se llevó por delante a Chema Hernández tras asesorar a Lopesan contra el Puerto. Bueno, ahora le toca a Top y luego a la mercantil que la sustituya, como si el personal se chupara el dedo un día sí y el otro también. No conformes con este descaro, la Autoridad Portuaria (o lo que queda de autoridad en esos lares) le ha otorgado una graciosa concesión temporal para que ocupe sesenta metros cuadrados de oficinas de las nuevas que se hicieron al lado de los archivos del organismo, concretamente toda la planta alta, a estrenar. Y como están solos, pues la usan completa, es decir, sus 280 metros cuadrados limpios de polvo y paja, con sus correspondientes enganches de agua y luz religiosamente pagados por el organismo portuario. Ya sabemos que dirán que como hacen tantas asistencias técnicas, hay que tenerlos a mano. Vale, Chema; vale, José Manuel, tómense algo, que invita Puertos del Estado.