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Pasión por el jet (privado)

Evo Morales volvió a tomarle el pelo a España este mismo lunes con esa mezcla de fortaleza indigenista y torpeza diplomática con que anuncia sus decisiones, pero con los mismos resultados empresariales y económicos a ambos lados del Atlántico. Su Gobierno, el de Bolivia, no está dispuesto a hacer un gran desembolso por quedarse con la filial boliviana de Red Eléctrica. Para allá, para La Paz o para Cochabamba, acaba de viajar el presidente de la empresa participada por el Gobierno de España, José Folgado, que empezará las negociaciones desde la esperanza de cobrar por la expropiación “nada o una cantidad diminuta”, por emplear las palabras del vicepresidente boliviano, Álvaro García.

Nada se sabe del modo de viaje empleado por el señor Folgado, aunque todo hace pensar que ha empleado el común del vuelo regular de Iberia, seguramente en clase Preferente, y con factura perfectamente expedida a nombre de Red Eléctrica, que es como se deben acreditar de manera formal los pagos en empresas regidas por las fórmulas más transparentes de buen gobierno.

Evo Morales volvió a tomarle el pelo a España este mismo lunes con esa mezcla de fortaleza indigenista y torpeza diplomática con que anuncia sus decisiones, pero con los mismos resultados empresariales y económicos a ambos lados del Atlántico. Su Gobierno, el de Bolivia, no está dispuesto a hacer un gran desembolso por quedarse con la filial boliviana de Red Eléctrica. Para allá, para La Paz o para Cochabamba, acaba de viajar el presidente de la empresa participada por el Gobierno de España, José Folgado, que empezará las negociaciones desde la esperanza de cobrar por la expropiación “nada o una cantidad diminuta”, por emplear las palabras del vicepresidente boliviano, Álvaro García.