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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El patinazo de Manolo Fernández

Pero volvamos al anecdotario de la jornada. El diputado Manolo Fernández, consejero delegado de Anfi, no paraba de revolverse en su butaca. Quería intervenir, pero Soria estaba tan entusiasmado que consumió con creces todo el tiempo disponible. Y más. Pero en un nuevo gesto de bondad de la presidenta de la comisión, Fernández tuvo su momento de gloria. Lástima que justo entonces a Soria le sobrevinieran unas ganas irrefrenables de hacer pis, y se marchara al baño. Para colmo, el herreño de El Pinar se llevó un buen meneo de Cabrera. Trataba de recriminarle que hubiera llamado mentiroso a Luis Soria [mintió al Parlamento sobre Megaturbinas] y el compareciente no sólo se reafirmó, sino que le dijo a Fernández que él también es un mentiroso porque en un programa de televisión dijo que Cabrera había denunciado a Soria porque éste lo había despedido. “Fue al revés, señor Fernández, denuncié y por eso me despidieron”. Y Fernández se la tuvo que envainar.

Pero volvamos al anecdotario de la jornada. El diputado Manolo Fernández, consejero delegado de Anfi, no paraba de revolverse en su butaca. Quería intervenir, pero Soria estaba tan entusiasmado que consumió con creces todo el tiempo disponible. Y más. Pero en un nuevo gesto de bondad de la presidenta de la comisión, Fernández tuvo su momento de gloria. Lástima que justo entonces a Soria le sobrevinieran unas ganas irrefrenables de hacer pis, y se marchara al baño. Para colmo, el herreño de El Pinar se llevó un buen meneo de Cabrera. Trataba de recriminarle que hubiera llamado mentiroso a Luis Soria [mintió al Parlamento sobre Megaturbinas] y el compareciente no sólo se reafirmó, sino que le dijo a Fernández que él también es un mentiroso porque en un programa de televisión dijo que Cabrera había denunciado a Soria porque éste lo había despedido. “Fue al revés, señor Fernández, denuncié y por eso me despidieron”. Y Fernández se la tuvo que envainar.