El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Motivos por los que manifestarse contra el petróleo
Podríamos llenar una web con estudios, informes y declaraciones sobre las consecuencias que podría tener para el turismo, la biodiversidad y el suministro de agua potable cualquier accidente derivado de las prospecciones o las explotaciones petrolíferas. Pero hemos escogido, a vuelapluma estas pocas para ilustrar lo que está en juego. Hay opiniones para todos los gustos, unas más representativas que otras, unas más técnicas o políticas que otras. Pero son apabullantes. Este sábado habrá manifestaciones en toda Canarias para oponerse a esa actividad, propiciada desde el Gobierno de España por un ministro canario, José Manuel Soria, principal embajador de la multinacional petrolera Repsol, titular de las autorizaciones concedidas frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. Repsol, por cierto, que será la única que se lleve los beneficios porque la mordida impositiva que pudiera derivarse lo será a partir de las labores de refino, si se hacen en territorio español. Repsol, bueno es recordarlo, comparte las prospecciones canarias con Rew Dea Energy (Alemania) y con Woodside Petroleum (Australia), estas últimas con un 50% del negocio. La petrolera de cabecera de Soria tiene capital mayoritariamente extranjero y opera mayormente en paraísos fiscales, cómo no. Las petroleras tienen autorizaciones para perforar a profundidades que van desde los 1.500 metros del lecho marino, y llegar a los 6.800. Precisamente fue perforando a esa profundiad cuando la plataforma de BP sufrió un accidente que contaminó 30.000 kilómetros cuadrados en el Golfo de México, dicho sea como recordatorio a los que insisten que no hay peligro de ningún tipo.
Baleares, centro de la protesta
El centro de la protesta contra las prospecciones petrolíferas se trasladó este viernes a Baleares, donde se celebró un foro turístico que tuvo como epicentro la intención del Gobierno español de buscar hidrocarburos en ese archipiélago y en el canario. Durante ese encuentro al más alto nivel empresarial, volvieron a quedar de manifiesto las diferencias de criterio político y el desenfoque empresarial sobre la misma cuestión. Resultaron muy llamativas las declaraciones de la consejera delegada de RIU, Carmen Riu, que reiteró su rechazo a la idea, al menos en lo que respecta a su Baleares natal. Pero su posición fue muy genérica: “No se puede buscar un abaratamiento de la energía a costa de la industria que ha estado aguantando a España durante todos estos años y que tiene un futuro a muy largo plazo”. Su colega de Meliá, Gabriel Escarrer, se dejó contaminar más por el ministro Soria en la reunión que mantuvo con el sector: “Hay que esperar”, para añadir sin embargo a continuación, que el petróleo, “cuanto más lejos, mejor”. Bauzá, presidente de la comunidad autónoma, se mantuvo en su postura contraria a las prospecciones, mientras su portavoz negaba que ya se haya alcanzado un apaño con el Gobierno central para librar a Baleares de esta pesada losa. Nuria Riera puso la nota discordante: “El Mediterráneo es el Mediterráneo y presenta características diferentes, como podrían ser las corrientes”. Otra que no ha leído nada.
Informes técnicos y percepciones turísticas
Los informes técnicos son más contundentes que las declaraciones políticas, y dada la tendencia habitual de los dirigentes públicos a ceñirse a lo que digan los especialistas, a ellos habrá que estarse para concluir que para Canarias sería una catástrofe un accidente por hidrocarburos. Lo dicen hasta los técnicos contratados por Repsol para su estudio de impacto ambiental: “La marea negra llegaría en un 85% de los casos a Fuerteventura en un tiempo estimado inferior a las 48 horas”. Y lo sabe hasta la asociación de agencias de viaje de Alemania, uno de los siete países que ha escrito al ministro de Industria, Energía y Turismo advirtiéndole de que el mero hecho de iniciar las prospecciones ya podría poner en peligro la industria turística canaria. La afección sobre la biodiversidad, una de las más ricas del mundo, con 29 especies diferentes de cetáceos, será importante desde el comienzo mismo de los trabajos de prospección, haya o no haya derrames. Y las consecuencias sobre las plantas potabilizadoras de agua de mar en caso de derrame, las acreditan los estudios de los consejos insulares de aguas de Lanzarote y Fuerteventura, que han acudido a gabinetes técnicos como ECO para confirmar lo que es de Perogrullo, que si se contaminara el agua habría que parar las desaladoras y poner en riesgo el abastecimiento de agua potable a la población y a los turistas.
Las manifestaciones contra las prospecciones se celebrarán este sábado a las 18.00 en las ocho islas canarias.
Podríamos llenar una web con estudios, informes y declaraciones sobre las consecuencias que podría tener para el turismo, la biodiversidad y el suministro de agua potable cualquier accidente derivado de las prospecciones o las explotaciones petrolíferas. Pero hemos escogido, a vuelapluma estas pocas para ilustrar lo que está en juego. Hay opiniones para todos los gustos, unas más representativas que otras, unas más técnicas o políticas que otras. Pero son apabullantes. Este sábado habrá manifestaciones en toda Canarias para oponerse a esa actividad, propiciada desde el Gobierno de España por un ministro canario, José Manuel Soria, principal embajador de la multinacional petrolera Repsol, titular de las autorizaciones concedidas frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. Repsol, por cierto, que será la única que se lleve los beneficios porque la mordida impositiva que pudiera derivarse lo será a partir de las labores de refino, si se hacen en territorio español. Repsol, bueno es recordarlo, comparte las prospecciones canarias con Rew Dea Energy (Alemania) y con Woodside Petroleum (Australia), estas últimas con un 50% del negocio. La petrolera de cabecera de Soria tiene capital mayoritariamente extranjero y opera mayormente en paraísos fiscales, cómo no. Las petroleras tienen autorizaciones para perforar a profundidades que van desde los 1.500 metros del lecho marino, y llegar a los 6.800. Precisamente fue perforando a esa profundiad cuando la plataforma de BP sufrió un accidente que contaminó 30.000 kilómetros cuadrados en el Golfo de México, dicho sea como recordatorio a los que insisten que no hay peligro de ningún tipo.