Peloteo y doble moral

La cena congregó a casi todo Las Palmas, incluido el senador Macías. Estaba el presidente del Gobierno, que tuvo hasta sus palabras de ánimo a las promotoras del proyecto Alí. Ya puede Adán Martín presumir en Santa Cruz de que le han hecho la pelota en Las Palmas, porque a unos cuantitos empresarios los vimos perdiendo el aliento por acercarse a saludarle. Altísima, casi diríamos que descarada, la presencia de gentes del Partido Popular, con excepción hecha de Pepa Luzardo y de José Manuel Soria, que atendían un compromiso de mayor enjundia: el matrimonio Aznar. No se cortaron un fleco los del PP en acudir en tromba, pese a pertenercer al partido al que -creemos recordar- debemos la participación española en la misma guerra en la que el famoso Alí y unos cuantos niños más perdieron a sus padres, a sus hermanos, sus piernas y sus brazos. No es demagogia, es lo que pasó. Pero el mundo gira y todos dorminos tan ricamente.

La cena congregó a casi todo Las Palmas, incluido el senador Macías. Estaba el presidente del Gobierno, que tuvo hasta sus palabras de ánimo a las promotoras del proyecto Alí. Ya puede Adán Martín presumir en Santa Cruz de que le han hecho la pelota en Las Palmas, porque a unos cuantitos empresarios los vimos perdiendo el aliento por acercarse a saludarle. Altísima, casi diríamos que descarada, la presencia de gentes del Partido Popular, con excepción hecha de Pepa Luzardo y de José Manuel Soria, que atendían un compromiso de mayor enjundia: el matrimonio Aznar. No se cortaron un fleco los del PP en acudir en tromba, pese a pertenercer al partido al que -creemos recordar- debemos la participación española en la misma guerra en la que el famoso Alí y unos cuantos niños más perdieron a sus padres, a sus hermanos, sus piernas y sus brazos. No es demagogia, es lo que pasó. Pero el mundo gira y todos dorminos tan ricamente.