El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Pepa y Pepe (Manuel), a todo trapo
Echan el resto, rascan el zurrón y se lanzan a las mortales los partidos políticos cuando ya ha comenzado la campaña electoral que, en el caso de Canarias, puede dar muchas sorpresas. Incluso algunas agradables. La campaña más original sigue siendo la que ha venido desarrollando Nardy Barrios y sus compromisos. La más discreta, la del PSC. La más tradicional, la de Coalición Canaria. Pero la más espectacular, grandiosa y faraónica es, sin duda, la del PP. Para rasquera de sus adversarios, Soria ha conseguido llenar el subconsciente colectivo con su careto, colocado estratégicamente por casi toda Las Palmas. Esta semana los publicistas del PP han dado un nuevo salto adelante colocando una pancarta de Soria y Luzardo de tamaño familiar a las mismísimas puertas del Edificio de Usos Múltiples, ahí, donde más duele, en las mismísimas narices del Gobierno. Si no nos equivocamos, es el primer megapóster en el que Soria cede algo de protagonismo a Pepa, seguramente contra su voluntad de él. Pero los números mandan y parece claro que si no se les vincula ante el electorado, la cosa puede ser trágica.
Echan el resto, rascan el zurrón y se lanzan a las mortales los partidos políticos cuando ya ha comenzado la campaña electoral que, en el caso de Canarias, puede dar muchas sorpresas. Incluso algunas agradables. La campaña más original sigue siendo la que ha venido desarrollando Nardy Barrios y sus compromisos. La más discreta, la del PSC. La más tradicional, la de Coalición Canaria. Pero la más espectacular, grandiosa y faraónica es, sin duda, la del PP. Para rasquera de sus adversarios, Soria ha conseguido llenar el subconsciente colectivo con su careto, colocado estratégicamente por casi toda Las Palmas. Esta semana los publicistas del PP han dado un nuevo salto adelante colocando una pancarta de Soria y Luzardo de tamaño familiar a las mismísimas puertas del Edificio de Usos Múltiples, ahí, donde más duele, en las mismísimas narices del Gobierno. Si no nos equivocamos, es el primer megapóster en el que Soria cede algo de protagonismo a Pepa, seguramente contra su voluntad de él. Pero los números mandan y parece claro que si no se les vincula ante el electorado, la cosa puede ser trágica.