El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Pérez de Bricio busca a Mauricio
Si no fuera porque ya no se estila que te pongas para cenar jazmines en el ojal... viviríamos en aquellos gloriosos tiempos en los que los señores de orden ponían pisos de lujo a sus amantes. Si corrieran esos aires románticos y de tan febriles madrigales, el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, agradecido por las eficientes gestiones de un político como, por ejemplo, José Carlos Mauricio, lo estaría buscando para ponerle un piso. No es que se lo hubiera prometido, y mucho menos regalado, pero Mauricio sí que prometió a Cepsa un lugar en el paradisíaco jardín de la distribución del gas en Canarias, promesa que nunca cumplió el camarada consejero. Cosa distinta, pero que muy distinta, es que con sus ahorros y con los precios que siempre consigue en el mercado inmobiliario, se haya podido comprar un piso en la madrileña calle Almirante.
Si no fuera porque ya no se estila que te pongas para cenar jazmines en el ojal... viviríamos en aquellos gloriosos tiempos en los que los señores de orden ponían pisos de lujo a sus amantes. Si corrieran esos aires románticos y de tan febriles madrigales, el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, agradecido por las eficientes gestiones de un político como, por ejemplo, José Carlos Mauricio, lo estaría buscando para ponerle un piso. No es que se lo hubiera prometido, y mucho menos regalado, pero Mauricio sí que prometió a Cepsa un lugar en el paradisíaco jardín de la distribución del gas en Canarias, promesa que nunca cumplió el camarada consejero. Cosa distinta, pero que muy distinta, es que con sus ahorros y con los precios que siempre consigue en el mercado inmobiliario, se haya podido comprar un piso en la madrileña calle Almirante.