El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
También la pide Olivia Estévez
Blas Acosta podría estar viviendo los momentos más críticos de su corta pero fulgurante carrera política. De ser candidato emergente y llegar a afirmar en la campaña que había pactado con el Marqués porque no veía a Mario Cabrera de vicepresidente suyo en el Cabildo, se queda en segunda fuerza política en la Corporación y a tener una dura contestación dentro y fuera de su partido. Nada decimos todavía de la pieza separada de Faycán- Grupo Europa que va camino de los juzgados de Fuerteventura, porque ni siquiera sabemos si se va a abrir una investigación sobre sus actuaciones en el urbanismo de Pájara. Pero ha dejado Acosta algunos callos dañados por el camino, como los de Olivia Estévez, una histórica socialista a la que nunca ha gustado la forma de mirar que tiene la perrita. Estévez no quiere la cabeza de Acosta, ni falta que le hace, pero está dispuesta a marcharse para su casa si por culpa del líder emergente, su partido pacta con González Arroyo la alcaldía de La Oliva, sea quien sea el alcalde. Han sido demasiadas ofensas propias y familiares para soportar una situación así.
Blas Acosta podría estar viviendo los momentos más críticos de su corta pero fulgurante carrera política. De ser candidato emergente y llegar a afirmar en la campaña que había pactado con el Marqués porque no veía a Mario Cabrera de vicepresidente suyo en el Cabildo, se queda en segunda fuerza política en la Corporación y a tener una dura contestación dentro y fuera de su partido. Nada decimos todavía de la pieza separada de Faycán- Grupo Europa que va camino de los juzgados de Fuerteventura, porque ni siquiera sabemos si se va a abrir una investigación sobre sus actuaciones en el urbanismo de Pájara. Pero ha dejado Acosta algunos callos dañados por el camino, como los de Olivia Estévez, una histórica socialista a la que nunca ha gustado la forma de mirar que tiene la perrita. Estévez no quiere la cabeza de Acosta, ni falta que le hace, pero está dispuesta a marcharse para su casa si por culpa del líder emergente, su partido pacta con González Arroyo la alcaldía de La Oliva, sea quien sea el alcalde. Han sido demasiadas ofensas propias y familiares para soportar una situación así.