“Planos comprometedores”

José María Hernández es uno de esos directivos de lo público que, amparado por políticos irresponsables y de medio pelo, se instaló en la impunidad más descarada en asuntos como La Gran Marina. El conchabo era de tal calibre, que entre ellos se permitían incluso mandarse correspondencia oficial para remitirse documentos con “planos comprometedores” de la ordenación del istmo. La carta que les ofrecemos aquí al lado es de mayo de 2004, cuando ya estaba todo decidido y bien encaminado, y cuando ya se habla de “arquitectos seleccionados”, de pliegos de bases coordinados con José Setién, el jefe del urbanismo municipal, de quitar de la documentación los planos sensibles (los que demuestran que la operación nació viciada y manipulada)... Y todo ello, el mismo día en que se iba a reunir el consejo de administración de la Autoridad Portuaria por si hubiera alguna duda.

José María Hernández es uno de esos directivos de lo público que, amparado por políticos irresponsables y de medio pelo, se instaló en la impunidad más descarada en asuntos como La Gran Marina. El conchabo era de tal calibre, que entre ellos se permitían incluso mandarse correspondencia oficial para remitirse documentos con “planos comprometedores” de la ordenación del istmo. La carta que les ofrecemos aquí al lado es de mayo de 2004, cuando ya estaba todo decidido y bien encaminado, y cuando ya se habla de “arquitectos seleccionados”, de pliegos de bases coordinados con José Setién, el jefe del urbanismo municipal, de quitar de la documentación los planos sensibles (los que demuestran que la operación nació viciada y manipulada)... Y todo ello, el mismo día en que se iba a reunir el consejo de administración de la Autoridad Portuaria por si hubiera alguna duda.