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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Plantar un pino e irse al fútbol

Mucho tienen de simbólicos determinados actos de la vida del ser humano, y mucho más aquéllos que tienen detrás mucho mito, mucha literatura o un par de aguerridos y combativos jefes de prensa. Por ejemplo, eso de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro se ha convertido en un afán obsesivo que llena consultas de psicoanalistas. Otro afán obsesivo se da sólo en la clase política y consiste básicamente en salir en los papeles por cualquier motivo. De ese modo es fácil encontrarse con una nota de prensa de la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales en la que se anuncia que “la directora general de Servicios Sociales colaborará con la iniciativa ciudadana plantando un pino”. El titular, como han visto, se presenta incompleto porque falta el nombre de la iniciativa, que no es otra que la llamada El Pino es Nuestro. Pero, además, nos faltan otros detalles que nos permitan huir de pensamientos impuros.

Mucho tienen de simbólicos determinados actos de la vida del ser humano, y mucho más aquéllos que tienen detrás mucho mito, mucha literatura o un par de aguerridos y combativos jefes de prensa. Por ejemplo, eso de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro se ha convertido en un afán obsesivo que llena consultas de psicoanalistas. Otro afán obsesivo se da sólo en la clase política y consiste básicamente en salir en los papeles por cualquier motivo. De ese modo es fácil encontrarse con una nota de prensa de la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales en la que se anuncia que “la directora general de Servicios Sociales colaborará con la iniciativa ciudadana plantando un pino”. El titular, como han visto, se presenta incompleto porque falta el nombre de la iniciativa, que no es otra que la llamada El Pino es Nuestro. Pero, además, nos faltan otros detalles que nos permitan huir de pensamientos impuros.