Unas plicas y un yerno

Seguimos sin salir de nuestro asombro ante la constatación de que los nuevos métodos municipales van camino de que el mismísimo Larry Álvarez sea beatificado. Nos confirman por varios conductos que el concurso para adjudicar el cartel del Festival de Cine de Las Palmas fue una coña marinera. Tanto que hasta hay testigos que vieron cómo el director del festival, Claudio Utrera, felicitaba efusivamente a la diseñadora a la que luego Víctor Rodríguez Gago retiró el encargo. Lo hizo, el muy jefe de Gabinete de la Alcaldía, en la errónea creencia de que dicha profesional seguía siendo socia del director de este periódico en una empresa de comunicación que la susodicha abandonó hace la friolera de tres años. A cambio, Gago otorgó el concurso al yerno de un antiguo jefe suyo, como mandan las reales ordenanzas. Por cierto, muy curioso el método empleado para abrir las plicas, lo que las convierte en inútiles. Seguiremos informando.

Seguimos sin salir de nuestro asombro ante la constatación de que los nuevos métodos municipales van camino de que el mismísimo Larry Álvarez sea beatificado. Nos confirman por varios conductos que el concurso para adjudicar el cartel del Festival de Cine de Las Palmas fue una coña marinera. Tanto que hasta hay testigos que vieron cómo el director del festival, Claudio Utrera, felicitaba efusivamente a la diseñadora a la que luego Víctor Rodríguez Gago retiró el encargo. Lo hizo, el muy jefe de Gabinete de la Alcaldía, en la errónea creencia de que dicha profesional seguía siendo socia del director de este periódico en una empresa de comunicación que la susodicha abandonó hace la friolera de tres años. A cambio, Gago otorgó el concurso al yerno de un antiguo jefe suyo, como mandan las reales ordenanzas. Por cierto, muy curioso el método empleado para abrir las plicas, lo que las convierte en inútiles. Seguiremos informando.