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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Publicidad a los que cobran a dos carrillos

Tampoco se chiflaron los profesionales que seleccionaron, al parecer entre más de 800 personas, a los siete concursantes que habrán de acudir al programa durante todas las semanas que permanezca en parrilla. Muy pocos daban juego más allá de algunas aportaciones gloriosas a la zafiedad y a los lugares comunes. Pero debe ser que así semos. Imponente el descaro con el que los dueños de la productora Can Can, que ha subcontratado el cien por cien de los recursos para hacer esta producción, premiaban los denodados esfuerzos por poner la mano de Juan Francisco García, presidente de la compañía y del Canarias7, periódico que, junto a Diario de Avisos, otro de los socios del proyecto, apareció en varias ocasiones en un nada ocurrente juego de falsas portadas de prensa diaria a partir de las cuales entrevistaron a ciudadanos anónimos. Es la manera más inteligente que han encontrado de cobrar dos veces: con un dineral por poner la cara, y publicitando las dos cabeceras gratuitamente, o sea, por la misma cara.

Tampoco se chiflaron los profesionales que seleccionaron, al parecer entre más de 800 personas, a los siete concursantes que habrán de acudir al programa durante todas las semanas que permanezca en parrilla. Muy pocos daban juego más allá de algunas aportaciones gloriosas a la zafiedad y a los lugares comunes. Pero debe ser que así semos. Imponente el descaro con el que los dueños de la productora Can Can, que ha subcontratado el cien por cien de los recursos para hacer esta producción, premiaban los denodados esfuerzos por poner la mano de Juan Francisco García, presidente de la compañía y del Canarias7, periódico que, junto a Diario de Avisos, otro de los socios del proyecto, apareció en varias ocasiones en un nada ocurrente juego de falsas portadas de prensa diaria a partir de las cuales entrevistaron a ciudadanos anónimos. Es la manera más inteligente que han encontrado de cobrar dos veces: con un dineral por poner la cara, y publicitando las dos cabeceras gratuitamente, o sea, por la misma cara.