El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Rafael Yanes lanza un SOS
Muy poco ?menos de medio mandato- le duraron al alcalde socialista de Güímar sus plantes ante su propio partido, que en un comité regional ordenó a todos sus cargos públicos propiciar pactos locales con Coalición Canaria, el socio gubernamental. Yanes se negó y presumió allí donde pudo de su poderío pactando con el PP y, de paso, dejando en evidencia la debilidad de la Ejecutiva Regional, incapaz de afeárselo por acción o por omisión. Su desafío, junto al de algunos de sus compañeros en La Palma o en El Hierro, debilitaron considerablemente la capacidad negociadora del PSOE en la mesa que parió el pacto regional, pero ahí seguía nuestro hombre luciendo músculo de verso suelto. Llegado el congreso insular, el todavía alcalde de Güímar recibió incluso el espaldarazo de uno de los hombres fuertes del partido, Paco Spínola, que lo promocionó en una plancha junto al alcalde de Los Realejos, Manuel Fumero, con tal de impedir que el partido fuera controlado en la isla por los que sí ejecutaron las órdenes de la superioridad y pactaron con los nacionalistas. Desde aquel congreso, el tándem Fumero-Yanes no ha hecho otra cosa que adelgazar el poder institucional de su partido en Tenerife, porque la alcaldía que ahora va a perder el presidente insular de esa formación a manos del PP y de CC, se suma a ya las perdidas por similar procedimiento en Arico y San Juan de la Rambla. Pero lejos de aguantar el tirón estoicamente, de comerse como un campeón sus envites frente a la dirección del PSOE, Rafael Yanes ha pedido auxilio a muchos compañeritos, incluidos los que le advirtieron de que contravenir los designios de la superioridad puede acarrear muchas penalidades, entre otras que no te hagan ni puñetero caso cuando lloras como un chiquillo lo que no supiste defender como un político entero. Por llamar, Yanes ha llamado incluso a la víctima de su conchabo congresual, el concejal lagunero Javier Abreu, pidiéndole que por favor, por favor, Javier, habla con Fernando Clavijo a ver si puede arreglar esto, que estoy dispuesto a pactar con Coalición como ellos digan. ¿Ahora, Rafaelito? Va a ser tarde.
Muy poco ?menos de medio mandato- le duraron al alcalde socialista de Güímar sus plantes ante su propio partido, que en un comité regional ordenó a todos sus cargos públicos propiciar pactos locales con Coalición Canaria, el socio gubernamental. Yanes se negó y presumió allí donde pudo de su poderío pactando con el PP y, de paso, dejando en evidencia la debilidad de la Ejecutiva Regional, incapaz de afeárselo por acción o por omisión. Su desafío, junto al de algunos de sus compañeros en La Palma o en El Hierro, debilitaron considerablemente la capacidad negociadora del PSOE en la mesa que parió el pacto regional, pero ahí seguía nuestro hombre luciendo músculo de verso suelto. Llegado el congreso insular, el todavía alcalde de Güímar recibió incluso el espaldarazo de uno de los hombres fuertes del partido, Paco Spínola, que lo promocionó en una plancha junto al alcalde de Los Realejos, Manuel Fumero, con tal de impedir que el partido fuera controlado en la isla por los que sí ejecutaron las órdenes de la superioridad y pactaron con los nacionalistas. Desde aquel congreso, el tándem Fumero-Yanes no ha hecho otra cosa que adelgazar el poder institucional de su partido en Tenerife, porque la alcaldía que ahora va a perder el presidente insular de esa formación a manos del PP y de CC, se suma a ya las perdidas por similar procedimiento en Arico y San Juan de la Rambla. Pero lejos de aguantar el tirón estoicamente, de comerse como un campeón sus envites frente a la dirección del PSOE, Rafael Yanes ha pedido auxilio a muchos compañeritos, incluidos los que le advirtieron de que contravenir los designios de la superioridad puede acarrear muchas penalidades, entre otras que no te hagan ni puñetero caso cuando lloras como un chiquillo lo que no supiste defender como un político entero. Por llamar, Yanes ha llamado incluso a la víctima de su conchabo congresual, el concejal lagunero Javier Abreu, pidiéndole que por favor, por favor, Javier, habla con Fernando Clavijo a ver si puede arreglar esto, que estoy dispuesto a pactar con Coalición como ellos digan. ¿Ahora, Rafaelito? Va a ser tarde.