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Un recadito a Segura

No hubo manera, porque también se incorporaron al consejo de administración dos pesos pesados, Emilio Mayoral y Augusto Brito, que tampoco se dejaron coger la camella. En previsión de lo que finalmente ocurrió, y sabedor de que no hay forma natural de dar la ventaja a los empresarios amigos, Arnáiz se cabreó esta misma semana y recurrió al pressing oiga, pero del barato: sacó la autorización para machaqueo que otorgó en su día, siendo director accidental del Puerto, el actual director general de Costas, y se lo mandó a José Segura a la plaza de la Feria. Con recadito, claro: “ahí te va lo que hizo uno de los tuyos con una de las empresas recurrentes, Matías Marrero”. Una autorización que, según Arnáiz, es ilegal, lo que nosotros no vamos a discutir porque no lo sabemos. Pero nos preguntamos, a) ¿no será chantaje o será despropósito encima de despropósito?, y b), ¿ha dado pábulo al papelote Segura en vez de pedir prudencia? Porque, claro, puede que José Fernández se haya equivocado, pero en tal caso sólo sería un error y no asunto más enjundioso.

No hubo manera, porque también se incorporaron al consejo de administración dos pesos pesados, Emilio Mayoral y Augusto Brito, que tampoco se dejaron coger la camella. En previsión de lo que finalmente ocurrió, y sabedor de que no hay forma natural de dar la ventaja a los empresarios amigos, Arnáiz se cabreó esta misma semana y recurrió al pressing oiga, pero del barato: sacó la autorización para machaqueo que otorgó en su día, siendo director accidental del Puerto, el actual director general de Costas, y se lo mandó a José Segura a la plaza de la Feria. Con recadito, claro: “ahí te va lo que hizo uno de los tuyos con una de las empresas recurrentes, Matías Marrero”. Una autorización que, según Arnáiz, es ilegal, lo que nosotros no vamos a discutir porque no lo sabemos. Pero nos preguntamos, a) ¿no será chantaje o será despropósito encima de despropósito?, y b), ¿ha dado pábulo al papelote Segura en vez de pedir prudencia? Porque, claro, puede que José Fernández se haya equivocado, pero en tal caso sólo sería un error y no asunto más enjundioso.