El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El regreso de Antonio Naranjo
Les hemos hablado profusamente estos días de Jorge Rodríguez, ex concejal de Soria (provincia de Las Palmas) que ha vuelto por sus fueros, si bien es cierto que tampoco se alejó mucho del portal. Pero debemos hablar de más personalidades afines, que se acercan al candelero, como Antonio Naranjo, en estos momentos responsable de Parques y Jardines. Suponemos que no se habrán olvidado de él, ya que en el anterior mandato ejerció de manera férrea de concejal de Alumbrado y llamó “insolitarios” y “astacaños” a los comerciantes de Mesa y López por no pagar la iluminación navideña. Tanto se cabreó que hasta llegó a recomendar a los ciudadanos que no compraran allí. Ahora parece que les ha tocado a los trabajadores de su nuevo departamento, que se quejan de lo duro que es con ellos. “Se pasa el día persiguiéndonos (a los obreros, jardineros, vigilantes, servicio de limpieza)”, dicen, “y su última ocurrencia ha sido prohibir que comamos durante el horario de trabajo”, además de limitarles las angustias fisiológicas hasta límites que los afectados consideran inhumanos. Es mucho Naranjo.
Les hemos hablado profusamente estos días de Jorge Rodríguez, ex concejal de Soria (provincia de Las Palmas) que ha vuelto por sus fueros, si bien es cierto que tampoco se alejó mucho del portal. Pero debemos hablar de más personalidades afines, que se acercan al candelero, como Antonio Naranjo, en estos momentos responsable de Parques y Jardines. Suponemos que no se habrán olvidado de él, ya que en el anterior mandato ejerció de manera férrea de concejal de Alumbrado y llamó “insolitarios” y “astacaños” a los comerciantes de Mesa y López por no pagar la iluminación navideña. Tanto se cabreó que hasta llegó a recomendar a los ciudadanos que no compraran allí. Ahora parece que les ha tocado a los trabajadores de su nuevo departamento, que se quejan de lo duro que es con ellos. “Se pasa el día persiguiéndonos (a los obreros, jardineros, vigilantes, servicio de limpieza)”, dicen, “y su última ocurrencia ha sido prohibir que comamos durante el horario de trabajo”, además de limitarles las angustias fisiológicas hasta límites que los afectados consideran inhumanos. Es mucho Naranjo.