El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Otra remodelación: Soria, conserje
“El Vicepresidente y Consejero, los Viceconsejeros, los Directores Generales, El Secretario General Técnico, el Interventor General y el personal de esta Conserjería / Con nuestro afecto y consideración expresamosnuestros mejores deseos para esta Navidad y para el nuevo año 2010 / José Manuel Soria López”. Este es, literal, el texto que contiene la felicitación navideña enviada a su mailing por el vicepresidente del Gobierno de Canarias, en un tarjetón que lleva como ilustración unas coloristas manos que forman un árbol de navidad. Cuando decimos literal decimos que las mayúsculas del artículo que precede al secretario general técnico están en el original; que el “expresamosnuestros” aparece así de juntito y que la consejería ha pasado a ser conserjería, lo que quizás responda a esa remodelación que anunció este martes el portavoz del Gobierno. Obsérvese asimismo el mayestático “expresamos”, sin un destinatario claro que pudiera haberse identificado con un “le expresamos”, en lugar de esa bendición urbi et orbi, de la que se han contagiado hasta los escribidores de su excelencia.
“El Vicepresidente y Consejero, los Viceconsejeros, los Directores Generales, El Secretario General Técnico, el Interventor General y el personal de esta Conserjería / Con nuestro afecto y consideración expresamosnuestros mejores deseos para esta Navidad y para el nuevo año 2010 / José Manuel Soria López”. Este es, literal, el texto que contiene la felicitación navideña enviada a su mailing por el vicepresidente del Gobierno de Canarias, en un tarjetón que lleva como ilustración unas coloristas manos que forman un árbol de navidad. Cuando decimos literal decimos que las mayúsculas del artículo que precede al secretario general técnico están en el original; que el “expresamosnuestros” aparece así de juntito y que la consejería ha pasado a ser conserjería, lo que quizás responda a esa remodelación que anunció este martes el portavoz del Gobierno. Obsérvese asimismo el mayestático “expresamos”, sin un destinatario claro que pudiera haberse identificado con un “le expresamos”, en lugar de esa bendición urbi et orbi, de la que se han contagiado hasta los escribidores de su excelencia.