Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Roldós y Nirva deben una cena

La noticia de que Soria ha fichado a Larry Álvarez, su comisario de agitación y propaganda, para ser consejero del Cabildo, en el número cuatro de la candidatura, dará mucho que hablar. No ya porque no tenga derecho (Soria a ponerlo y él a aceptarlo), sino porque ya estamos en condiciones de adelantarles que va a ser el consejero más impopular de la historia del Cabildo de Gran Canaria, gobierne o esté en la oposición. Sus malas artes para con la prensa, su forma de conducirse para imponer el pensamiento único y sus extremismos mostrados en los últimos cuatro años le hacen merecedor de ese galardón por adelantado. Pero cuando se lo comentaron este viernes a las diputadas del PP Mercedes Roldós y Nirva Macías, a su regreso a Gran Canaria desde el Parlamento, no se lo querían creer bajo ningún concepto. Tanto que hasta se apostaron una cena, que naturalmente tendrán que pagar.

La noticia de que Soria ha fichado a Larry Álvarez, su comisario de agitación y propaganda, para ser consejero del Cabildo, en el número cuatro de la candidatura, dará mucho que hablar. No ya porque no tenga derecho (Soria a ponerlo y él a aceptarlo), sino porque ya estamos en condiciones de adelantarles que va a ser el consejero más impopular de la historia del Cabildo de Gran Canaria, gobierne o esté en la oposición. Sus malas artes para con la prensa, su forma de conducirse para imponer el pensamiento único y sus extremismos mostrados en los últimos cuatro años le hacen merecedor de ese galardón por adelantado. Pero cuando se lo comentaron este viernes a las diputadas del PP Mercedes Roldós y Nirva Macías, a su regreso a Gran Canaria desde el Parlamento, no se lo querían creer bajo ningún concepto. Tanto que hasta se apostaron una cena, que naturalmente tendrán que pagar.