Román se hace fuerte en Madrid

Se anima el cotarro político a medida que CC se desintegra a su modo, que hasta para desintegrarse tiene estilo propio el nacionalismo canario. Román Rodríguez, que tiene de mártir lo que tiene de Rambo, ha decidido junto a su equipo hacerse fuerte en dos lugares bien estratégicos. De un lado, la sede bonaerense de Las Palmas de Gran Canaria, comprada por Mauricio, Fernando González y Carmelo Ramírez, que ya debe tres mensualidades a razón de 18.000 euros cada una. Del otro, la capital del Reino, donde ya se deja notar la arrolladora personalidad del ex presidente canario, que se ha ganado el cariño de medio arco parlamentario, lo que le convierte en Robin Hood, o casi. Él y los suyos ya han lanzado un aviso a navegantes: bueno, vale, de acuerdo, que nos echen, pero ¿a qué desintregramos el grupo parlamentario?

Se anima el cotarro político a medida que CC se desintegra a su modo, que hasta para desintegrarse tiene estilo propio el nacionalismo canario. Román Rodríguez, que tiene de mártir lo que tiene de Rambo, ha decidido junto a su equipo hacerse fuerte en dos lugares bien estratégicos. De un lado, la sede bonaerense de Las Palmas de Gran Canaria, comprada por Mauricio, Fernando González y Carmelo Ramírez, que ya debe tres mensualidades a razón de 18.000 euros cada una. Del otro, la capital del Reino, donde ya se deja notar la arrolladora personalidad del ex presidente canario, que se ha ganado el cariño de medio arco parlamentario, lo que le convierte en Robin Hood, o casi. Él y los suyos ya han lanzado un aviso a navegantes: bueno, vale, de acuerdo, que nos echen, pero ¿a qué desintregramos el grupo parlamentario?