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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Rosa Rodríguez, en campaña

Nadie ha sabido explicar con claridad qué interés mueve a Rosa Rodríguez, vicepresidenta del Cabildo de Gran Canaria, a mostrarse tan activa en contra del reelegido rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Regidor. Él, desde luego, se niega a hacer comentarios al respecto, y menos después de conseguir derrotar por escaso margen este miércoles a Alberto Montoya. Ya resultó extraño que Rodríguez liderara desde el Cabildo una desquiciante ruptura con la ULPGC a cuenta del proyecto de parque tecnológico recogido en el Plan Canarias, una ruptura que ha supuesto que la institución académica prácticamente haya quedado descolgada de una iniciativa en la que desempeña un papel trascendental. Ese enfrentamiento se convirtió en cruzada cuando en estas elecciones a rector la dirigente del PP hizo campaña activamente en favor de Montoya, un candidato que ha logrado concitar a su alrededor a lo más granado de la dispersión, incluyendo a Manuel Lobo, enemigo íntimo hasta el otro día. Lobo, que se ha desmarcado de su partido, Coalición Canaria, para esta gesta, logró incluso incluir a una persona de su confianza en la candidatura derrotada. Él y Rosa Rodríguez se mojaron de lo lindo, pidieron el voto abiertamente, incluso con llamadas telefónicas de la vicepresidenta insular desde el mismísimo Cabildo. Luego ahogaron la derrota con unas cañas en el bodegón del Pueblo Canario, donde comentaron los resultados avanzada la tarde. No le auguramos a la Universidad una feliz convivencia con el Cabildo. Ni a Lobo muchos aplausos en CC.

Nadie ha sabido explicar con claridad qué interés mueve a Rosa Rodríguez, vicepresidenta del Cabildo de Gran Canaria, a mostrarse tan activa en contra del reelegido rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Regidor. Él, desde luego, se niega a hacer comentarios al respecto, y menos después de conseguir derrotar por escaso margen este miércoles a Alberto Montoya. Ya resultó extraño que Rodríguez liderara desde el Cabildo una desquiciante ruptura con la ULPGC a cuenta del proyecto de parque tecnológico recogido en el Plan Canarias, una ruptura que ha supuesto que la institución académica prácticamente haya quedado descolgada de una iniciativa en la que desempeña un papel trascendental. Ese enfrentamiento se convirtió en cruzada cuando en estas elecciones a rector la dirigente del PP hizo campaña activamente en favor de Montoya, un candidato que ha logrado concitar a su alrededor a lo más granado de la dispersión, incluyendo a Manuel Lobo, enemigo íntimo hasta el otro día. Lobo, que se ha desmarcado de su partido, Coalición Canaria, para esta gesta, logró incluso incluir a una persona de su confianza en la candidatura derrotada. Él y Rosa Rodríguez se mojaron de lo lindo, pidieron el voto abiertamente, incluso con llamadas telefónicas de la vicepresidenta insular desde el mismísimo Cabildo. Luego ahogaron la derrota con unas cañas en el bodegón del Pueblo Canario, donde comentaron los resultados avanzada la tarde. No le auguramos a la Universidad una feliz convivencia con el Cabildo. Ni a Lobo muchos aplausos en CC.