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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El sonido del 7,9%

Tenemos en nuestra redacción a un compañero que es un lince a la hora de oler jugada de gol: “Sonido del fútbol, sonido del fútbol...”, avisa con segundos de antelación. Y las clava el tío. Viene a cuenta el chascarrillo por el nuevo sonido que anda revoloteando en el entorno de la UD Las Palmas. Porque empiezan a aparecer muchas preguntas de cómo está repartido el accionariado del club. Y las preguntas llevan directamente a las respuestas de confianza casi inquebrantable de Miguel Ángel Ramírez en su director deportivo, Juanito. Vamos, que a alguien se le ha ocurrido por ahí intentar un movimiento de silla que, con los porcentajes en la mano, parece complicado. Porque lo que manda es el “sonido del 7,9”, el porcentaje mayoritario de acciones que se reparten Ramírez, multiplicado por dos, Germán Suárez, García Navarro y Nicolás Ortega. O sea, un 39,5% y pare usted de contar, porque para llegar al 50% necesario de cada junta hay que hacer filigranas, granito a granito, puerta a puerta, para que los minoritarios perdidos den validez a las decisiones mayoritarias de estos cinco paquetes (societarios). Que no tienen pinta de rajarse entre ellos. ¿O sí?

Tenemos en nuestra redacción a un compañero que es un lince a la hora de oler jugada de gol: “Sonido del fútbol, sonido del fútbol...”, avisa con segundos de antelación. Y las clava el tío. Viene a cuenta el chascarrillo por el nuevo sonido que anda revoloteando en el entorno de la UD Las Palmas. Porque empiezan a aparecer muchas preguntas de cómo está repartido el accionariado del club. Y las preguntas llevan directamente a las respuestas de confianza casi inquebrantable de Miguel Ángel Ramírez en su director deportivo, Juanito. Vamos, que a alguien se le ha ocurrido por ahí intentar un movimiento de silla que, con los porcentajes en la mano, parece complicado. Porque lo que manda es el “sonido del 7,9”, el porcentaje mayoritario de acciones que se reparten Ramírez, multiplicado por dos, Germán Suárez, García Navarro y Nicolás Ortega. O sea, un 39,5% y pare usted de contar, porque para llegar al 50% necesario de cada junta hay que hacer filigranas, granito a granito, puerta a puerta, para que los minoritarios perdidos den validez a las decisiones mayoritarias de estos cinco paquetes (societarios). Que no tienen pinta de rajarse entre ellos. ¿O sí?