El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La tapadera de la agencia de publicidad
Otro aspecto muy llamativo del caso Palma Arena es la financiación de campañas electorales del PP a través de una agencia de publicidad, en este caso Nimbus. El procedimiento es tan sencillo y burdo como eficiente. La agencia va recibiendo ingentes cantidades de dinero a través de contratos con las administraciones públicas para campañas institucionales, dinero del que van apartando un puñito de cada tajada para hacer frente a las necesidades electorales del partido en cuestión, cuando no se facturan directamente a fundaciones públicas camufladas con otros conceptos. De esa forma se elude que astronómicos gastos publicitarios aparezcan en las declaraciones oficiales ante el Tribunal de Cuentas, a pesar del descaro y el tamaño de las campañas electorales. No les vamos a trasladar esa práctica al escenario canario porque las pruebas no están aún documentadas ni existe fiscal con ganas de hacerlo, pero les animamos a que repasen algunos fastuosos contratos publicitarios de millones de euros adjudicados a agencias peninsulares alejadas de la tentación de terminar por contarlo todo aquí.
Otro aspecto muy llamativo del caso Palma Arena es la financiación de campañas electorales del PP a través de una agencia de publicidad, en este caso Nimbus. El procedimiento es tan sencillo y burdo como eficiente. La agencia va recibiendo ingentes cantidades de dinero a través de contratos con las administraciones públicas para campañas institucionales, dinero del que van apartando un puñito de cada tajada para hacer frente a las necesidades electorales del partido en cuestión, cuando no se facturan directamente a fundaciones públicas camufladas con otros conceptos. De esa forma se elude que astronómicos gastos publicitarios aparezcan en las declaraciones oficiales ante el Tribunal de Cuentas, a pesar del descaro y el tamaño de las campañas electorales. No les vamos a trasladar esa práctica al escenario canario porque las pruebas no están aún documentadas ni existe fiscal con ganas de hacerlo, pero les animamos a que repasen algunos fastuosos contratos publicitarios de millones de euros adjudicados a agencias peninsulares alejadas de la tentación de terminar por contarlo todo aquí.