Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El técnico que mandó la resolución al empresario

Las pegas planteadas desde el primer momento por el jefe del Servicio de Ordenación Urbanística, Faustino García Márquez, quedaban despejadas tras las oportunas gestiones políticas realizadas y la intervención decidida de algunos funcionarios y letrados con menos escrúpulos que una mesa-camilla. Un repaso al expediente evidencia las ganas que había de otorgar a Juan Francisco Rosa su permiso para hacer lo que la legalidad vigente aún hoy sigue prohibiendo en La Geria. Tantas eran las ganas que el mismo día en que el director general firmaba su resolución favorable, ésta salía por el conducto reglamentario hacia el Ayuntamiento de Yaiza (que habría de otorgar licencia municipal) y hacia la persona que el empresario utilizó como escudo para que no se le viera la patita, María del Pilar del Río. En un alarde de diligencia inconcebible, uno de los funcionarios que intervino en el expediente, el arquitecto técnico de Política Territorial Rafael López Marrero, remitió ese mismo día la misma resolución a Juan Francisco Rosa a través de la mensajería MRW. El envío, con número de albarán 04908/2.013.656, fue recogido por el empresario, el mismo que firmó el acuse de recibo oficial que fue enviado desde la consejería a Pilar del Río. La firma venía a ser, miren qué cosas, la misma que aparecía en aquellas alegaciones que supuestamente había enviado esta señora para desbloquear el expediente unos meses antes. Las cartas quedaban desde ese momento boca arriba.

Las pegas planteadas desde el primer momento por el jefe del Servicio de Ordenación Urbanística, Faustino García Márquez, quedaban despejadas tras las oportunas gestiones políticas realizadas y la intervención decidida de algunos funcionarios y letrados con menos escrúpulos que una mesa-camilla. Un repaso al expediente evidencia las ganas que había de otorgar a Juan Francisco Rosa su permiso para hacer lo que la legalidad vigente aún hoy sigue prohibiendo en La Geria. Tantas eran las ganas que el mismo día en que el director general firmaba su resolución favorable, ésta salía por el conducto reglamentario hacia el Ayuntamiento de Yaiza (que habría de otorgar licencia municipal) y hacia la persona que el empresario utilizó como escudo para que no se le viera la patita, María del Pilar del Río. En un alarde de diligencia inconcebible, uno de los funcionarios que intervino en el expediente, el arquitecto técnico de Política Territorial Rafael López Marrero, remitió ese mismo día la misma resolución a Juan Francisco Rosa a través de la mensajería MRW. El envío, con número de albarán 04908/2.013.656, fue recogido por el empresario, el mismo que firmó el acuse de recibo oficial que fue enviado desde la consejería a Pilar del Río. La firma venía a ser, miren qué cosas, la misma que aparecía en aquellas alegaciones que supuestamente había enviado esta señora para desbloquear el expediente unos meses antes. Las cartas quedaban desde ese momento boca arriba.