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El tercero de la lista

Seguramente ni el mismísimo Guillermo Díaz lo sepa, pero no era el favorito (con perdón) para ocupar el cargo de subdelegado del Gobierno. Antes que a él, Cristina Tavío, la presidenta insular del PP en Tenerife, defenestrada de manera amistosa, propuso para el puesto A Teresa Barroso, que ocupara la secretaría general técnica de la Consejería de Agricultura en los mismos tiempos de Pilar Merino. Barroso es actualmente portavoz del PP en el Ayuntamiento de Tacoronte, a cuya alcaldía se ha presentado en dos ocasiones sin que el éxito electoral le haya sonreído de momento. Tras conocer esa propuesta de Tavío, Antonio Alarcó, que sí goza en estos momentos de los favores de Soria, propuso a Belén Balfagón, bien posicionada por méritos propios pero sobre todo por los de su señor esposo, Antonio Luengo, asesor jurídico de impagados en CajaCanarias, miembro del comité ejecutivo regional y sexto en la lista del PP al Parlamento por Tenerife en las últimas autonómicas. Cristina Tavío no compartía esa propuesta y presionó con su candidata, por lo que en un gesto habilidoso, Alarcó contraatacó con una propuesta alternativa: su portavoz en el Cabildo de Tenerife. A Soria le pareció una feliz idea porque, además de colocar a un hombre con perfil bajo que no se meta en berenjenales y deje a Luis Molina el trabajo policial serio en toda Canarias, contribuía a cabrear un poquito más a Cristina Tavío, enfrentada a Guillermo Díaz desde que estallara el escándalo del Bragagate. ¿Se ríen? Pues no se rían porque el nuevo subdelegado del Gobierno era el firmante, junto a Tavío, de los talones del grupo municipal del PP en Santa Cruz de Tenerife cuando se desviaron dineros públicos al pago de ropa interior y estancias en lujosos hoteles de aquí y de Euskadi.

Seguramente ni el mismísimo Guillermo Díaz lo sepa, pero no era el favorito (con perdón) para ocupar el cargo de subdelegado del Gobierno. Antes que a él, Cristina Tavío, la presidenta insular del PP en Tenerife, defenestrada de manera amistosa, propuso para el puesto A Teresa Barroso, que ocupara la secretaría general técnica de la Consejería de Agricultura en los mismos tiempos de Pilar Merino. Barroso es actualmente portavoz del PP en el Ayuntamiento de Tacoronte, a cuya alcaldía se ha presentado en dos ocasiones sin que el éxito electoral le haya sonreído de momento. Tras conocer esa propuesta de Tavío, Antonio Alarcó, que sí goza en estos momentos de los favores de Soria, propuso a Belén Balfagón, bien posicionada por méritos propios pero sobre todo por los de su señor esposo, Antonio Luengo, asesor jurídico de impagados en CajaCanarias, miembro del comité ejecutivo regional y sexto en la lista del PP al Parlamento por Tenerife en las últimas autonómicas. Cristina Tavío no compartía esa propuesta y presionó con su candidata, por lo que en un gesto habilidoso, Alarcó contraatacó con una propuesta alternativa: su portavoz en el Cabildo de Tenerife. A Soria le pareció una feliz idea porque, además de colocar a un hombre con perfil bajo que no se meta en berenjenales y deje a Luis Molina el trabajo policial serio en toda Canarias, contribuía a cabrear un poquito más a Cristina Tavío, enfrentada a Guillermo Díaz desde que estallara el escándalo del Bragagate. ¿Se ríen? Pues no se rían porque el nuevo subdelegado del Gobierno era el firmante, junto a Tavío, de los talones del grupo municipal del PP en Santa Cruz de Tenerife cuando se desviaron dineros públicos al pago de ropa interior y estancias en lujosos hoteles de aquí y de Euskadi.