El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Clavijo enseña un poquito más
Lamentablemente no pudimos ser testigos del primer mitin de campaña de Fernando Clavijo ante militantes de CC, a los que quiere convencer de que es el mejor para suceder a Paulino Rivero como candidato a presidente del Gobierno. Sus servicios de orden no permitieron a la prensa poner el oído en las inmediaciones de la sala de reuniones del partido en Gran Canaria, donde logró congregar a unas ochenta personas, unas treinta menos de las que, la semana anterior, convocó en el patio contiguo su contrincante y sin embargo compañero Paulino Rivero. Pero pulsando aquí y allá entre los asistentes estamos en condiciones de asegurarles que el alcalde de La Laguna no se había reservado ningún anuncio extraordinario para dar el pistoletazo oficial de salida a su campaña. Muy al contrario, su respuesta ante las preguntas de los presentes acerca de programas concretos de gobierno fue casi siempre la misma: decidiremos entre todos. Aunque hubo una mucho más singular que hizo carraspear a más de uno: cuando se le preguntó por sus planes para Canarias, se disculpó educadamente para decir a los presentes que no podía desvelar nada porque, si se filtrara, “dejaría en mal lugar al Gobierno”. Se nota el nuevo estilo que Clavijo quiere imprimir. Por fortuna, en las cartulinas que llevaba para su intervención incluyó alguna cosa distinta a las dichas este fin de semana en las entrevistas periodísticas. Por ejemplo, que si gobernara o gobernase exigirá a los cargos públicos del rango que sean que militen en CC y que firmen un documento de obediencia inquebrantable al partido. Tal afirmación llenó de indisimulado alborozo al líder aruquense, Juan Francisco Padrón, que no debe entender lo complicado que es para un político iletrado embridar a los jefes de servicio con el colmillo que tienen. Bastará la militancia, y con eso haremos más patria.
Se llevó la biografía de Soria
A la espera de que lo desarrolle con más detalle, uno de los mensajes que presenta Clavijo para el cambio en Canarias de la mano de CC es la implantación de un modelo “de abajo para arriba”, que de protagonismo a las instituciones más apegadas a los ciudadanos, verbigracia, los ayuntamientos, y que por ese orden se otorgue también más poder decisorio a las islas. Niegan los acólitos del candidato que esto sea un regreso a la fórmula corregida y aumentada de la fenecida AIC (Agrupaciones Independientes de Canarias) el germen de lo que hoy es Coalición Canaria. Porque cree el candidato lagunero que así se evitará que el poder de decisión se concentre en pocas manos, aunque se contradijo un poquitín al decir que antes, es decir, cuando las AIC, las decisiones en el partido las tomaban “tres o cuatro”. Pue sí, uno de los mensajes más repetidos por él este lunes en la sede grancanaria de CC fue que las decisiones sobre aspectos tan sensibles como los pactos políticos o las autorizaciones a hoteles de cuatro estrellas se tomarán “entre todos”. Queda fuera de esa disquisición el asunto petrolero, del que se mostró tajantemente en la línea de la actual dirección y de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura. Eso lo dejó muy claro, y así lo entendió al vuelo desde la primera fila de invitados el alcalde de Puerto del Rosario, Marcial Morales, o unas filas más atrás el diputado lanzaroteño David de la Hoz, ambos satisfechos por el mensaje de “renovación” y de “nuevo estilo político” que encarna su candidato. Sí quedó bajo secreto de sumario de qué equipo piensa rodearse para su nueva aventura política, porque aunque humildemente reconoció que él no es el mejor de CC (“la mejor es Ana Oramas pero los compañeros me hicieron ver que por mi juventud reúno un mejor perfil para encabezar el cambio”), piensa fichar a los mejores. Fin de la cita. Para La Laguna se llevó en su mochila un ejemplar del libro Hechos probados, una primera biografía de José Manuel Soria, dedicado por su autor: “Para Fernando Clavijo, con la esperanza de que te equivoques lo mínimo, y que con éste no te equivoques nada”.
El voto hindú de Spínola
Las primarias socialistas han sido un bálsamo insuperable para el PSOE. No sólo por la catarsis que van a suponer de ahora en adelante, con sus luces y sus sombras, con su congreso federal mediante, con los movimientos que desde ya se están registrando en las diferentes varonías. Ha sido un bálsamo porque está permitiendo que se hable de ese partido constantemente por algo positivo y democrático, por mucho que desde la izquierda o la derecha se pretenda enturbiar el proceso. En el ámbito puramente doméstico, en el más doméstico ambiente isleño que respiramos, las primarias han servido para retratar nuevamente a unos cuantos dirigentes socialistas. Por ejemplo, a los expulsados de Tacoronte y de La Palma, que se las prometían muy felices con los candidatos derrotados. El fugaz alcalde de Tacoronte, Rodolfo León, se apostó a la puerta de la que fuera su agrupación local para tratar de dirigir al rebaño. Los palmeros se empeñaron hasta que consiguieron grabar en vídeo casero la pregunta teledirigida que le formularon al candidato Eduardo Madina durante su visita a Tenerife. Cuestionado por una posible amnistía a los purgados, el todavía secretario general del Grupo Socialista respondió con el manual del despeje a córner en la mano, lo que les resultó suficiente para correr a vender la burra en La Palma de modo y manera que Madina obtuviera una insuficiente victoria en la capital, no tanto en la isla gracias al empuje de otras plazas como Los Llanos, favorables al ganador, Pedro Sánchez. El Hierro, por ese empeño de su secretario general de hundirse con el Partido Popular con el que pacta, fue la única isla donde ganó el candidato vasco, lo que de poco servirá a Alpidio Armas para reivindicarse un poco más ante la dirección regional y ante las catastróficas encuestas.
Rodríguez Fraga se envenena
En Tenerife, el alcalde de Adeje y miembro de la Ejecutiva Federal José Miguel Rodríguez Fraga, juró en un encuentro discreto con Pedro Sánchez que le apoyaría a cambio de dejarle salir de esa eterna alcaldía para encontrar acomodos más ambiciosos, pero la verdad de los resultados en su agrupación local evidencia que tal compromiso fue un engaño. Le resulta imposible apoyar a alguien que demoniza los pactos con el Partido Popular como lo hace el nuevo secretario general federal, por mucho que se le quiera explicar que con Coalición Canaria nada podrá hacer en Adeje después de que hacia ese partido hayan corrido los descontentos con su gestión de décadas. Pero sin duda alguna es en la Ejecutiva Regional donde encontramos los más llamativos desmarques respecto a las tesis más generalizadas y del resultado final de las elecciones primarias socialistas. Niega Julio Cruz haber hecho abierta campaña en favor de Madina; muy al contrario, se vanagloria de la neutralidad del aparato en Canarias. No perece que se pueda sostener lo mismo del vicesecretario general y consejero de Presidencia, Francisco Hernández Spínola, que aseguró a los suyos que había pedido el traslado de su voto a Madrid, donde cumpliría con su derecho por estar allí de vacaciones, cuando en realidad fue visto en un avión rumbo a Nueva Delhi para pasar allí, junto a su esposa, sus más que merecidas vacaciones. Prefirió estar lejos, lo más lejos posible, para no presenciar la cara que se ponía a los suyos en Santa Cruz y en La Laguna al ver derrotada su apuesta por cualquiera que no fuera el candidato Pedro Sánchez. Para que luego digan que era el candidato del aparato.
Franquis sale corriendo
El primero que trató de anotarse a su favor el triunfo de Pedro Sánchez desde Canarias fue, contra todo pronóstico, el gran Chano Franquis, diputado nacional y secretario general de la Agrupación Socialista de Las Palmas de Gran Canaria. Para Madrid salió la misma tarde del domingo con el ánimo de plantificarse en la sede federal y pasar por ser el líder autonómico del nuevo jefe. Lo malo es que antes de que él llegara a la capital del Reino, en los servicios jurídicos de Ferraz ya conocían con todo lujo de detalles el pucherazo que trató de darse en la sede capitalina del PSOE con concejales y concejalas llevando y trayendo papeletas de Pedro Sánchez fuera de la sede para entregarlas a recientes incorporaciones al censo electoral que descendían de minibuses como si aquello fuera una concentración de voleibol. La pirueta recordaba al denostado método Lecquio, instaurado bajo el mismo y eterno mandato franquista por el hoy pepero y esposo de Mercedes Roldós Francisco Hernández Vulcan, que afilió a todas las cajeras y reponedores de mercancías de la cadena de supermercados Cruz Mayor para que actuaran de brazo de palo cuando todavía ni se soñaba con primarias. “Ya sabemos cómo se funciona ahí porque esta no es la primera vez que ocurren”, decían la misma tarde del domingo los jurídicos de Ferraz. Franquis quiere seguir siendo diputado nacional, sin que ese intento le frustre cualquier maniobra para impedir que las nuevas hornadas de socialistas le desplacen de la jefatura local del movimiento. Su lista ganadora para el congreso insular que habrá de elegir a los delegados del regional resultó una ofensa para los únicos que hasta ahora se han atrevido a manifestar su deseo de concurrir al Ayuntamiento, una plaza que ya se le queda chica (o grande, según se mire) al incombustible Franquis.
Mapfre ofrece explicaciones a sus clientes
No sólo es Repsol quien sufre en Canarias un duro desgaste de imagen corporativa. También la aseguradora Mapfre está teniendo serios problemas ante la campaña en su contra de la Asociación de Víctimas del JK 5022 y su racanería por aplicar baremos automovilísticos para una tragedia como el del accidente de Spanair de agosto de 2008, en el que fallecieron, como saben, 154 personas, la mayoría de ellas grancanarias. En una carta de dos folios enviada por su vicepresidente cuarto, el canario Ignacio Baeza, a todos sus asegurados, Mapfre se deshace en explicaciones ciertamente superficiales para contrarrestar “lo mucho oído y leído en los medios de comunicación”. La carta debe haber indignado bastante a los que todavía no se han acogido a las escuálidas indemnizaciones ofrecidas en la línea “que han aplicado los tribunales españoles en otros casos de accidentes graves de este tipo”. Porque ni se explica cuáles han sido esos casos “de este tipo” ni el baremo aplicado, porque ni ha habido en las décadas recientes un siniestro así ni deben existir sentencias equiparables en la era del euro. Eso sí, Baeza dedica un párrafo a detallar que la compañía “se ha volcado en las necesidades de las víctimas” en materia de “traslados, alojamientos, servicios funerarios, atención psicológica y médica” (estaría bueno) y ha pagado “anticipos sobre las indemnizaciones ya en las primeras semanas”. Mapfre asegura haber “cerrado acuerdos e indemnizado a víctimas o perjudicados correspondientes a más de 70 ocupantes del avión, incluidos 11 de los 18 supervivientes” y mantener “conversaciones muy avanzadas con otros 42 perjudicados”. Y, en un gesto de desprendimiento extraordinario, asegura haber dado instrucciones a sus abogados para que hagan “todo lo que esté a su alcance para agilizar los procesos judiciales”. O sea, nada. Mientras, la vía de la responsabilidad del fabricante del avión, Mcdonnell Douglas, ahora Boeing, parece querer abrirse paso. Desde que se construyó la primera unidad de la serie MD han muerto más de 1.000 personas en accidentes aéreos protagonizados por este aparato.
Lamentablemente no pudimos ser testigos del primer mitin de campaña de Fernando Clavijo ante militantes de CC, a los que quiere convencer de que es el mejor para suceder a Paulino Rivero como candidato a presidente del Gobierno. Sus servicios de orden no permitieron a la prensa poner el oído en las inmediaciones de la sala de reuniones del partido en Gran Canaria, donde logró congregar a unas ochenta personas, unas treinta menos de las que, la semana anterior, convocó en el patio contiguo su contrincante y sin embargo compañero Paulino Rivero. Pero pulsando aquí y allá entre los asistentes estamos en condiciones de asegurarles que el alcalde de La Laguna no se había reservado ningún anuncio extraordinario para dar el pistoletazo oficial de salida a su campaña. Muy al contrario, su respuesta ante las preguntas de los presentes acerca de programas concretos de gobierno fue casi siempre la misma: decidiremos entre todos. Aunque hubo una mucho más singular que hizo carraspear a más de uno: cuando se le preguntó por sus planes para Canarias, se disculpó educadamente para decir a los presentes que no podía desvelar nada porque, si se filtrara, “dejaría en mal lugar al Gobierno”. Se nota el nuevo estilo que Clavijo quiere imprimir. Por fortuna, en las cartulinas que llevaba para su intervención incluyó alguna cosa distinta a las dichas este fin de semana en las entrevistas periodísticas. Por ejemplo, que si gobernara o gobernase exigirá a los cargos públicos del rango que sean que militen en CC y que firmen un documento de obediencia inquebrantable al partido. Tal afirmación llenó de indisimulado alborozo al líder aruquense, Juan Francisco Padrón, que no debe entender lo complicado que es para un político iletrado embridar a los jefes de servicio con el colmillo que tienen. Bastará la militancia, y con eso haremos más patria.